Hoy nos ocupamos de un tema que siempre es espinoso y que siempre conlleva dolor y congoja. La muerte nos asusta a todos, y cuando hablamos de explicársela a los niños, siempre es complejo. Nos gustaría poder mantener alejados a los más pequeños de cuantos más sufrimientos mejor, y la pérdida de un ser querido es una de las situaciones más difíciles a las que tenemos que enfrentarnos. Tanto es así, que creamos toda una serie de eufemismos en torno a la muerte , montamos corazas y burbujas para mantenerlos aislados y damos por ciertas mentiras que con el paso del tiempo parecen verdades , como que el sufrimiento por la pérdida en los niños es menor, o pasa con más rapidez o que al ser pequeños no son conscientes de lo que está ocurriendo.
Hoy quiero dedicar la entrada al duelo, a ese proceso que a veces confundimos con el dolor y que es tan necesario. Siempre decimos que ser padres o trabajar con niños, nos ofrece inmensas oprtunidades de replantearnos nuestras creencias, aprender y crecer como personas. Este es otro ejemplo de esta realidad.
Cuando sufrimos una pérdida lo que sentimos inicialmente es un profundo dolor , que puede ir acompañado de tristeza, rabia y un sin fin de emociones y somatizaciones y el duelo es ese proceso que nos ayuda a dar un espacio a todas esas emociones y ser capaces de sacarlo para poder continuar con nuestras vidas. Como decía el suelo es un proceso, pasa por diferentes fases y por tanto necesita de tiempo. Los niños , presentan en estas situaciones una especial dependencia de los adultos, porque en algunas ocasiones no cuentan con los recursos cognitivos para afrontar la pérdida y en otras no son capaces de manejar el terremoto emocional que conlleva (o ambas en la mayoría de los casos) Es por eso que necesitan más que nunca la ayuda de un adulto. Si somos capaces de ayudarles en este proceso , además de ayudarles en la pérdida y en su dolor, les estaremos dotando de un sin fin de estrategias muy valiosas que les acompañarán de por vida.
Hay muchos autores que se han ocupado del duelo en la infancia y del duelo en general y que nos han enseñado las fases por las que atraviesa o los periodos medios que son necesarios para elaborarlo, pero para no alargarme demasiado, me gustría centrarme en lo que pdemos encontrarnos en cada etapa evolutiva y en cómo podemos ayudarles.
Hasta los dos años aproximadamente, lo que los niños perciben es la ausencia, la falta de esa persona que ha fallecido y además son permeables al clima de tristeza y dolor que experimentan los adultos de su entorno. Podemos explicarles lo que ha pasado, pero lo más importante en este momento es intentar mantener las rutinas y proporcionarle estabilidad a través de un entorno estructurado. Este factor es importante en todas las etapas , pero especialmente en esta. Evidentemente el apoyo emocional, el contacto físico y las verbalizaciones siempre son importantes.
Hasta los seis años , más o menos, debemos tener en cuenta que los niños tienen un pensamiento muy subjetivo y muy caracterizado por el componente mágico e imaginativo. Además se trata de una etapa de mucha curiosidad y dudas. Al comunicárselo en este momento podemos encontrarnos con dificultades porque no entienden el concepto de muerte totalmente. Tienen problemas para comprender la irreversibilidad y pueden preguntarnos cuando volverá esa persona o donde se encuentra de manera recurrente. Es fundamental en esta etapa dar respuesta a sus dudas , acompañarles y ayudarles a expresar lo que sienten .
Desde los seis , hasta los diez años, especialmente a partir de los ocho, los niños ya tienen concepto de muerte y entienden lo que implica. Es frecuente a estas edades que aparezcan miedos por si pudieran fallecer otros familiares o seres allegados. Aparecen dudas sobre los ritos funerarios, los por qués de la muerte, etc. De la misma manera es importante dar respuesta a sus dudas, entender sus miedos y aclaráselos y dar mucha contención emocional.
De manera general algunos consejos que pueden ayudarnos son:
-Explicar lo ocurrido en un entorno seguro y e manera afectiva, evitando engañarles o utilizar excesivos eufemismos que puedan generar mayor confusión.
-Ayudarle a explicar lo que siente , darle nombre y normalizar esta situación. Es normal sentirse triste o enfadado y llorar en estos momentos, etc.
-Dar un espacio de intimidad.
-Explicarles que del mismo modo que nos sentimos tristes es un proceso y pasa por momentos , también podemos sentirnos contentos por otras cosas y no por ello debemos sentirnos mal o culpables.
-Ayudarlesa expresar su dolor a través de el dibujo o la escritura. Un diario es una estupenda ayuda para estos casos.
-Permitir hablar de la persona que ha fallecido y recordarla. Podemos hacer un album o una caja de recuerdos que nos ayude a recordarlo.
- Podemos hacer una lista de las cosas buenas que nos rodean y que puede que en este momento no veamos.
-Dale tiempo y mucho amor.
-Observa su juego y anímale a jugar , puede ayudarles enormemente en la elaboración de la pérdida.
-Utiliza ejemplos de la naturaleza para explicarles el ciclo de la vida.
-Sírvete de los cuentos, siempre son un gran apoyo.Como por ejemplo:
-Dónde está el abuelo ( Ed. Tandem)
-No es fácil, pequeña ardilla. (Kalandraka)