Hoy volvemos a contar con la colaboración de Ana González, que ya escribió en nuestro blog sobre la donación de órganos “hay personas que deciden dar vida”.
Creo que ya es momento de despedirnos de las navidades y casi de la cuesta de enero, aprovechamos su artículo para hacerlo y prepararnos para febrero.
Gracias Ana por querer compartir tus reflexiones y experiencias con nosotros.
Se acabó la Navidad, ahora ya es oficial, (como hasta San Antón Pascuas son), pues pasó San Antón.
Para algunos una pena, para otros un alivio.Y de eso va esto, de la Navidad, de las pasadas y de las futuras.
He leído hace poco un poema que me hizo pensar “sillas vacías”…habla de pérdidas y ausencias, de cómo puedes afrontar esas pérdidas, habla de dolor, el dolor que se produce cuando alguien falta en estas fiesta.
¿Cómo afrontar un proceso de duelo?
“Sillas vacías”…todos aquellos que por alguna razón no han podido estar, los que han estado lejos, los que han preferido no estar…Y aquellas “sillas vacías” que nos duelen en el alma…aquellas que la muerte se llevó de nuestro lado.
La Navidad puede llegar a ser la fiesta más contradictoria que existe…la alegría frente a la tristeza, la luz, el color y el calor frente a la oscuridad y el dolor por la ausencia de un ser querido, en mi opinión, fiestas que pueden acercarnos o alejarnos para siempre. Parece que cada año se revive el duelo por aquellos que ya no están.
En mi vida, hay unas cuantas “sillas vacías” y estas navidades como todas las navidades, han tenido su momento para ser recordadas.
Este año ha habido una nueva “silla vacía” en mi mesa, que por ser más reciente su ausencia, ha sido especialmente recordada. Ausencias que extrañas, que duelen en el alma.
Pero también este poema me ha hecho pensar en otras sillas…”sillas llenas” de vida, de luz y sobre todo de calor…y suspiras hondo…limpias tus lagrimas, sonríes y piensas “así es la vida,…pérdidas y ganancias” Y seguirás echando de menos las ausencias todas las navidades de todos los años….
Pero tu corazón sonríe agradecido y feliz, sí, feliz a pesar de la tristeza, porque (no sé quien dijo), que ser feliz no es necesariamente estar alegre.
La alegría es una emoción pasajera…la felicidad es otra cosa…es un estado del alma.
¿Qué son las emociones?, ¿para qué sirve lo que siento?
Creo que ser feliz, es estar en paz, en paz sabiendo que recorres el camino correcto que empezaste cogido de la mano de esas “sillas vacías” que te ayudaron a ser lo que eres, en donde los ausentes de tu vida siempre tendrán su rinconcito, pero también, un camino donde sigues cogido de la mano de todas las presencias que están a tu lado, que te quieren, y comparten contigo no solo estas navidades pasadas, si no todas las que quieran seguir acompañándote.
Feliz Navidades pasadas, y que las futuras sean…como tengan que ser.