Revista Música
Y un día Richard Coleman se volvió diáfano y luminoso. Si a todos nos llega el momento de sentar cabeza y volvernos serios, para el principe dark llegó el momento de relajarla. Todo su disco Incadescente suena directo y vital pero no abandona la lírica de amor conflictuado y turbio en
Como la música lenta: "Esta noche serviremos el cuerpo de tu amante en bandejas de cristal".
Porque aún los días más luminosos necesitan unas buenas gafas oscuras.