Revista Cultura y Ocio

El ébola ya tal

Publicado el 08 octubre 2014 por Icastico

Para Ana Mato, ministra de Sanidad, el momento preferido del día es “por la mañana, cuando veo cómo visten a mis niños”. La que no sabía nada del “Jaguar” (Gürtel) que su ex marido guardaba en el garaje familiar, pero tenía claro que no fue un regalo (¿?). La que nos va a salvar del ébola. Ahora. Tras empeñarse primero en traerlo. La que sabe (o dice) que se han tomado todas las medidas necesarias para evitar la extensión del mal a partir del caso de la enfermera española contagiada, primer caso en Europa de contagio fuera de África. La que dijo lo mismo antes de traer al primer cura enfermo desde este continente.

En la rueda de prensa que ofreció pudo estar ausente perfectamente, o pegada a Rajoy detrás de un plasma. No respondió a una sola pregunta; lo hicieron quienes se encontraban a su derecha o izquierda, visiblemente nerviosos. Titubeos, imprecisiones. La ministra no disipó ninguna duda. Ejemplo palpable de que ocupar una cartera ministerial estratégica en este país es compatible con una ignorancia supina sobre el asunto. Ocurre que a Europa, a la comunidad internacional en general, esto no le cuela como nos cuela a nosotros: porque si, “porque yo lo valgo”, por el artículo 33. Si me mueven ahora no es por ti, ni por mí. No cuela el discurso compulsivo de tranquilidad, tranquilidad, la sanidad española es la pera (ahora que la tenemos medio privatizada) y España la repera limonera. Lo realmente difícil es que resulten tan creíbles de puertas afuera como increíbles de puertas adentro. Que digan “simplemente” cómo coño piensan controlar el proceso, porque los protocolos ya vemos que eran de oferta. La Mato dice que hay “absoluta coordinación” con las autoridades sanitarias internacionales. Así de exacta: absoluta.

Quisieron poner a España en el lugar que se merece y a fe que lo han conseguido. Aun no sé qué propósitos perseguían cuando se embarcaron en la repatriación de los curas enfermos, a buen seguro que la recuperación de la devaluada “marca España”, veían prestigio a raudales, medallas, votos. Iban tan borrachos de si mismos que hasta “Sanidad ofrece su colaboración y experiencia a la UE para elaborar los protocolos de repatriación de afectados por el virus Ébola”. Si, protocolos. Todo estaba atado y bien atado, a pesar de las voces de alarma de los expertos en la materia avisando de la falta de medios técnicos y humanos del Hospital Carlos III de Madrid, hospital desmantelado a toda marcha al que le ponen cuatro manteles a toda prisa. Aquí lo de “que viene el lobo” es siempre un cuento y no se le hace caso, los puñeteros alarmistas.

Pero el tiro les salió por la culata y, una vez más, los verdaderos artífices de que el proyecto tuviera garantizada la honra, esos peones de la salud con los que nunca cuentan, quedan mangados: los médicos, el personal sanitario, al que despacharon con unas charlitas sobre el ébola y les facilitaron unos equipos de protección individual de todo a cien, y que cada cual los cierre como pueda con cinta americana. En la charleta ni siquiera les dicen, por lo visto, “en caso de fiebre en aquellos que hayáis estado expuestos acudid a tal lugar o llamad a tal otro”. Esas son las medallas para este colectivo, unas fichas para una ruleta rusa macabra. El balance de momento no nos favorece: de diez enfermos salidos de África para ser curados en otros países solo han muerto dos, los dos españoles que hemos repatriado, si bien es cierto que eran los de más edad. Me pregunto si volverán a traer a otro enfermo de África (el alboroto social puede ser de órdago) y qué razones darán si deciden no hacerlo de forma que salven sus dos primeras decisiones. Complicada papeleta.

(Vaya por delante y por detrás mi respeto a los Hermanos de San Juan de Dios, con esta gente me quito y pongo el sombrero hasta que me cause tendinitis. Siempre mueren los hermanos y los soldados del bien mientras los generales de dios y de otros mesías viven de PM, no les falta nada. La Fe da mucho de comer – bien – pero a pocos. Dicho esto, una orden religiosa como esa, sin ningún problema de dinero ¿no podía sufragar los gastos del viaje a España y demás a sus miembros enfermos de ébola? ¿Cuánto nos ha costado la logística y los medios humanos y técnicos empleados para este fin? ¿Por qué no lo dice el gobierno? ¿No hubiese salido más a cuenta emplearlo en África? Y si el gobierno los trae por su condición de ciudadanos españoles ¿por qué dejaron mangado en una cueva de Perú a un espeleólogo español herido? No, en este caso ha tenido que organizarse un grupo de voluntarios y PONER DE SU BOLSILLO 60.000 €. Quizás si hubiese sido un “hermano” espeleólogo otro gallo hubiese cantado).

El mensaje enviado en su día por Mariano Rajoy al ministro de Economía Luis de Guindos, mientras negociaba el rescate, era “aguanta, España no es Uganda”, lo que provocó las lógicas iras mundiales y más sentidas de los representantes del Gobierno ugandés. Uganda no, pero tengo la sensación de que ya nos parecemos un poquito más a Guinea Conakry, Liberia, Nigeria, Senegal y Sierra Leona, cunas de tan mortal enfermedad. La OMS ya había advertido que nunca antes un virus “había infectado a tanta gente tan rápido en un área geográfica tan amplia y durante tanto tiempo” como el ébola. Claro que fíate de esa organización, el pánico que creó con la gripe aviar. Sus presuntos vínculos con las multinacionales farmacéuticas obligaron a comprar millones de vacunas que acabaron en la basura.

He leído que este asunto puede ser el 11M de Rajoy por varios motivos. Casualmente veo en eleconomista.es (07/10/2014) que el primer caso de ébola en España y en toda Europa castiga a los valores turísticos (Meliá, NH y el grupo IAG – Iberia, British Airways y Vueling –, que registró un descenso del 6,5%) Prefiero no pensar en una hipotética expansión del virus porque a ver quién es el valiente que viene a pasar unos días aquí por trabajo o vacaciones. Y esas “raíces vigorosas” regadas fundamentalmente por los camaretas y limpiadoras de hotel pocos brotes echaran, ríete de la burbuja del ladrillo, no va a haber quien sirva una copa y Mariano no podrá brindar por sus raíces “cuadradas”. Salvo que hagamos una buena campaña ensalzando el turismo de riesgo. Pero la culpa será de Zapatero, por algún viaje a África que haya podido hacer en el pasado.

Y para nuestro “chiquito de la calzada” este asunto “ya tal” (como la segunda pregunta), y desaparece (nunca estuvo aparecido) y así cree que no se quema, pero arde por todos los lados. Ya puede poner a los ministros más proclives a la selección de santos, responsables del “milagro” nacional, a reclutar a todo el santoral. Mientras tanto, oremos, hermanos.


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