El eclipse lunar ¿un mal presagio?

Ayer fue una noche de luna llena y, como sabes, siempre mágica para mí! Pero no fue una noche como otros plenilunios, porque la sentí como una luna vacía! Tal como me enteré ya de buena mañana y como se anunció, a las 22’14h hubo un eclipse que tapó la luna, aunque su efecto duró varias horas. Para algunas personas un eclipse es un mal presagio, algo malo que va a pasar… aunque eso es ya lo que predispone a que algo mal pase!! Particularmente no creo demasiado en este tipo de conjeturas populares, pues considero que restan protagonismo a nuestra libertad, al sentido propio de nuestra vida y a ese destino que hacemos, día a día. Como seguramente sabes, creo en el gran poder del ser humano para dirigir su propia vida y encaminarse hacia ese destino que él mismo decide crear!

Pero ayer para mi fue un día especial, independientemente del eclipse? Debo reconocer que ayer me rendí a las evidencias de la vida y que las circunstancias me superaron! Ayer sentí ese mal presagio en mi propia piel, quizás porque, cada día más, me cuesta contradecir a mis emociones y a lo que dicta mi alma. Seguramente se agolparon en mi mente todas esas circunstancias personales contradictorias y esos escenarios un tanto surrealistas y actuales que, en estos momentos de mi vida, me crean incertidumbre… aunque también sé que todo eso pasará. Dentro hay paz, como fuera, conflictos por doquier! Todos tenemos en nuestra vida cotidiana algunas razones externas para sentirnos mal, además de esos fantasmas del pasado que guardamos en nuestro inconsciente y que nos sorprenden en los momentos más inadecuados. Y, aunque actualmente y cada día más, me siento más libre ante ellos, mi mente disfruta volviéndomelos a resucitar! Eso se debe a que, si nos distraemos en solo lo externo, la mente (o el Ego, su amo y señor) toma el control de nuestra vida y nos hace sentir mal.

Ayer quizás fue un día de esos en que mi mente acaparó mi atención con esos fantasmas recurrentes que durante demasiados años poblaron mi vida y mi historia. Todos esos miedos afloraron y trastocaron un día que es mejor olvidar! El miedo se apoderó de mí, rememorando viejos miedos, como al abandono, la soledad obligada, el desamor, el silencio involuntario, el desaliento… e incluso creer que merezco todo lo difícil que estoy viviendo ahora o sentir que la vida es injusta conmigo! Y es que, cuando otorgamos el poder exclusivo a la mente, a nuestros pensamientos tóxicos y desoímos al corazón, es fácil que invada nuestro momento y todo lo que percibamos en él refuerce el miedo, ese es su poder. Esto proyecta todos esos fantasmas, con causa o sin y, lo que es peor, logra que nos sintamos víctimas de una “conspiración cósmica” que va en contra nuestra y nos sentimos amenazados! Qué olvidado tenía yo ese tóxico sentimiento de “pesarme la vida”! Ni que decir tiene que el mundo exterior que percibimos no es más que la fiel proyección de nuestro interior!

Así pues, fruto o no del mal presagio del eclipse lunar, repito, ayer fue para mí un día especialmente difícil, pues ese sentimiento de dolor se apoderó de mí y tiznó de negro mis pensamientos. Siempre hay algunas razones para sentirse mal, en esta vida loca que llevamos y en la que unos y otros intercambiamos -sobre todo en las complicadas circunstancias actuales- energías no demasiado positivas… fruto de la incertidumbre personal o la que nos rodea! Nada es como parece, sino depende del color del cristal con que miramos cada momento o situación! A veces resulta difícil cambiar del color del cristal con que miramos, es el gran poder de la mente humana que es capaz de focalizarse en “lo bueno” o en “lo malo” que nos rodea y darnos una percepción sesgada de lo que pasa, distorsionando nuestra realidad! Cuánto nos cuesta a veces simplemente sentir desde nuestro interior…

Ahora, horas después, algo más sereno y habiendo estado conmigomismo, aunque aún algo triste por haber consumido un día que convertí en algo para olvidar, me doy cuenta del peligro que tiene prolongar ese hoy controlado por el Ego (es decir, basado en el miedo) y en el que no somos capaces de levantar la mirada, ni tan siquiera poner color a lo que nos rodea y vivimos! Ni que decir tiene que una mayoría de gente vive su vida entera de esa manera y hacen de ello todo un modo de vivir… su temor! Evidentemente solo hay que mirar por la calle los rostros abatidos, la falta de sonrisas y la negatividad que nos circunda en todas esas personas que nos cruzamos!

Como sabes, hablo frecuentemente del Alma, ese lugar para mí equidistante entre la mente y el corazón! Y esa equidistancia nos procura, precisamente, ese necesario equilibrio que dota a nuestra vida de esa dósis necesaria de cordura y de locura, de pensamiento y de sentimiento, de razón y de sinrazón, de realidad y de magia! Porque eso es, precisamente, la vida, un juego permanente de contrastes, con todos los matices posibles que nuestra vida nos ofrece! Ni la mente ni el corazón nos permiten ver la totalidad de nuestra vida, se conforman con su mitad y nos hacen ver todo en “blanco o negro”! Y precisamente el crecimiento personal pasa por llegar a ese -a veces difícil- equilibrio entre ambos para llegar a vivir nuestra vida con toda su riqueza y amplitud! Es decir, vivir una vida plena!

Como te decía, ayer seguramente sin causas suficientes o concretas, me sentí herido, fragil y vulnerable ante los acontecimientos que viví, no por lo que fueron, sino por cómo los viví. Mi sentimiento fluctuaba entre el temor y el dolor, dos caras de una misma moneda! Darte cuenta de este sentimiento perjudicial y mirar el miedo de cara es, según mi opinión, la mejor manera de hacerlo desaparecer. Aunque tardé muchas horas en lograrlo, pues el miedo es una espiral que nos arroja a un pozo hondo y, aparentemente, sin salida! Pero identificarlo y reconocerlo en uno mismo es el primer paso para erradicarlo de nuestro momento inadecuado… o de nuestra vida entera! Intentar negarlo, buscar culpables ajenos o esconderlo, no hace más que perpetuarlo en ella y, lo que es peor, hacerlo crecer en la sombra de nuestros pensamientos, interiorizarlo como parte consustancial de nuestra personalidad… y dejarlo listo para aflorar de nuevo a la menor ocasión que se presente y a difundirlo ante quienes nos rodean!

Como sabes, el amor es incompatible con el miedo! Donde está uno, no puede sobrevivir el otro! Yo mismo, en este día especial de “trastorno transitorio” (con o sin malfario lunar), hasta que no he sido capaz de sumergirme en “mi interior” para recobrar la paz conmigo mismo, no he podido desterrar mi miedo! Una vez lo logré casi al final de tan nefasto día de ayer (seguramente no demasiado distinto en circunstancias al anterior o al de hoy), mi serenidad me ha permitido volver a ese equilibrio -para mi esencial- para poder ver, aceptar y vivir la realidad del momento que me circunda, tal y como es y la siento, y, lo que es más importante, sin juzgarla como “buena” o como “mala”, sino aceptándola tal como es! Con o sin malos presagios lunares y pese a las circunstancias que sean, recuperar el sentido profundo de nuestra vida y de lo que sentimos y vivimos en ella es iluminar nuestros pasos, alejándonos de las tinienblas! Y es que la vida no es solo como cree nuestra mente o lo que aparenta, sino como decides vivirla y sentirla desde tu corazón!

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