Acaba de empezar el año y ya estoy metido en mil y una aventuras. La primera, que no la única, es este concurso de microrrelatos en el que he presentado el micro que os dejo colgado a continuación. El concurso va de crear una historia de un beso, la mía creo que me ha salido un tanto melancólica, pero también contiene grandes dosis de poesía en sus palabras, que ójala sean capaces de crearos imágenes y sensaciones que sean de vuestro agrado.
En el concurso hay tres premios, de los que dos son por votación popular, por eso os pido vuestro apoyo, porque aunque soy muy escéptico con todos estos experimentos (uno es consciente de su escaso poder de convocatoria), he escuchado que el poder de las redes sociales es inmenso. Aunque mi innata inocencia, me dice que el verdadero poder es el de la palabra, que une y aumenta el poder de los sueños...
Gracias a todos por anticipado. El enlace para votar es el siguiente: http://apps.facebook.com/appsimtec/relato/32 aunque primero os tenéis que hacer fan de la página.
EL ECO DE TUS LABIOS
Hubo un tiempo para el olvido, justo cuando la lluvia vino y nos dijo adiós. Las gotas de agua se peleaban contra el cristal y mi cara se rebelaba contra su eco. Entonces necesitaba unir sonidos y palabras, pero el vaho lo inundaba todo y no podía oírte ni verte. Todavía recuerdo que las cuerdas con las que te sustentaba yacían abandonadas en mi pasado, como las piedras milenarias de la ciudad que nos albergó lo hacían en mi desgastada memoria. Pero ahora, siento que el eco de tus labios vuelve a mi lado, mientras veo gente corriendo al otro lado de la calle. Esta vez no me asusto, porque sé que sólo son reflejos perdidos en el tiempo y corazones rotos en calles solitarias. Sé que algo ocurre de nuevo, porque las luces se oyen y las palabras se tocan. Aunque enseguida me doy cuenta que sigo equivocada, porque sólo veo al vaho que se fugó con tus zapatos y me dejó a solas con el eco de tus labios. Para mi dicha, las gotas de agua han abandonado la batalla y con ellas el tiempo para el olvido. Tras ellos ya no queda nada, pero yo todavía me pregunto por qué no estás aquí, a mi lado, venciendo al túnel del tiempo y reviviendo una vez más la historia de aquel beso que nos unió para siempre.
Microrrelato de Ángel Silvelo.