El diario La Voz de Galicia, en su edición del 1 de noviembre de 2022, publica una entrevista a Millán Brea Castro, educador social y docente, finalista a los Premios Educa Abanca, al mejor profesor de España 2022, que reproducimos:
“Millán Brea: “Había unos prejuicios en torno a la FP que están totalmente equivocados”
El docente, finalista en los Premios Educa Abanca 2022 al mejor docente en formación profesional, defiende el papel del aula como espacio para ser nosotros mismos
El profesor Millán Brea Castro (Ourense, 1981) es una de los diez finalistas de los Premios Educa Abanca al mejor profesor de España 2022 en la categoría de formación profesional (FP). Este educador social y doctor en Ciencias de la Educación opta al premio por su labor en las aulas del CIFP A Xunqueira de Pontevedra durante el pasado curso académico. Hay otro profesor de la región finalista, en la categoría de secundaria y bachillerato, Miguel Quiroga Bóveda, del IES Johan Carballeira de Bueu.
—¿Cuánto tiempo lleva A Xunqueira en el CIFP?
—Ser finalista es por el último año en el que debuté como docente porque aún no había dado clase en FP. Estuve allí todo ese año como interino. Este curso también estoy haciendo una suplencia en el CIFP A Xunqueira y, en principio, para terminar el 13 de noviembre.
—¿Qué valor te da ser finalista en los Premios Educa Abanca?
—Esta es una nominación en este momento. Entiendo que puede ser un reconocimiento, en mi caso, por parte de los alumnos. Estos premios son emocionantes porque sus alumnos les dicen que creo que fue útil el año pasado. Seguimos en pandemia y con mascarillas en la cara. Intentar formar en competencias a los futuros integradores sociales es algo que requiere mucha paciencia y motivación. Me reconoce y me hace feliz, pero es parte de mi trabajo. No estoy haciendo nada excepcional.
—Es docente en el ciclo superior de Integración Social…
—Dí el módulo de Habilidades Sociales en el ciclo de Integración Social y de ahí viene la nominación y ser finalista del premio. También doy otros módulos, pero ese sería el principal. Soy educador social y compagino la docencia en FP con la docencia universitaria, soy profesor asociada en el campus de Ourense de la Universidad de Vigo, en el grado de Educación Social. Y durante los catorce años anteriores fui educador social en los centros Quérote Más de la Xunta de Galicia. Fue un reinicio, me llamaron para un cambio y dije: ‘Me gusta y creo que necesito un cambio a nivel profesional’. Y parece que tampoco lo estoy haciendo tan mal.
—¿Qué tipo de habilidades sociales se trabajan en el aula como parte de ese ciclo?
—La parte formal que trabajamos son esas habilidades sociales que utilizarás como profesional una vez que ingreses al mercado laboral. Al ser un módulo de habilidades sociales lógicamente hay que centrarse mucho en cómo es la gente. Al final estamos ahí en las clases y teníamos que ver cómo nos sentíamos, poder expresarme y tener un espacio para ser nosotras mismas. Lo bueno de este módulo es que anima mucho a hacer actividades en el centro, conseguimos dinamizar un poco A Xunqueira, sacar el carnaval, traer de vuelta un bingo solidario, los mayos… Al final, fue todo sobre reconstruir lo que la pandemia nos hizo había quitado Puede que llegué joven y llegué con más ganas, pero es cierto que mis compañeros ya llevaban un tiempo trabajando. Seguramente fui yo quien lo encendió, pero ya había fuego. Estaban los mimbres para hacer cosas. Es un ciclo que llevan impartiendo en Xunqueira varios años, hay otro, el de Promoción de la Igualdad de Género, de la misma familia profesional, y el de Educación Infantil, que quizás son más conocidos.
— ¿Qué salidas puede tener la Integración Social?
—Las salidas tienen que ver con el campo de la integración social. Podemos trabajar desde asociaciones sin ánimo de lucro, en municipios… Me gusta pensar que ya hemos abierto más áreas de trabajo y que, por ejemplo, los videojuegos o los e-sports pueden ser salidas de trabajo. También podemos trabajar dentro del ámbito del deporte porque los clubes deportivos necesitan figuras que no se preocupen tanto por los resultados deportivos sino por lo que rodea al jugador.
— La FP de hoy no tiene nada que ver con la de hace treinta años, entonces rodeada de estereotipos. ¿Te sorprendiste cuando llegaste a esas aulas?
—En nuestra generación había estereotipos y prejuicios en torno a la FP que son totalmente erróneos. Me llamó la atención de dos maneras. Por un lado, ya sabía la formación que adquieres, porque los alumnos que vienen a mi Educación Social han hecho ciclos de animación sociocultural y el nivel es muy bueno, estupendo a la hora de trabajar en grupo, hacer propuestas y debatir. . Y por otro lado, el nivel que hay en la FP, casi toda la gente viene del mercado laboral y se hacen docentes, que es una diferencia con la universidad. Ese estereotipo es totalmente erróneo.