Revista Salud y Bienestar
Una Investigación de la
Escuela de Medicina de la Universidad de
Exeter, en Inglaterra, publicada en la revista British
Journal of General Practice, confirma porque las lecturas de presión
arterial de los pacientes son notablemente más altas cuando son tomadas por un
médico que por una enfermera. Este vínculo entre los médicos y una mayor
presión arterial se conoce como el "efecto de la bata blanca", y se
cree que es el resultado de que los pacientes estén más nerviosos al ser
examinados por un médico. Los investigadores analizaron datos de más de mil
personas cuya presión arterial fue medida tanto por médicos como por enfermeras
en la misma consulta. Las mediciones tomadas por los médicos fueron
significativamente más altas que las tomadas por las enfermeras. Los médicos
deben seguir midiendo la presión arterial como parte de la evaluación de un
paciente enfermo o durante un chequeo de rutina, pero no cuando las decisiones
sobre el tratamiento de la presión arterial dependen del resultado ya que la
diferencia que notamos es suficiente para que el paciente traspase el umbral
para el tratamiento de la hipertensión, y unos medicamentos innecesarios pueden
conducir a efectos secundarios no deseados. Se podría pedir erróneamente a
algunos pacientes que sigan monitorizando su propia presión arterial en casa,
lo que puede conducir a la ansiedad. Se podrían evitar todas estas medidas
innecesarias simplemente pidiendo a alguien que no sea el médico que tome el
registro de la presión arterial.