La prostituta sanandresana de 24 años no solo destapó la imprudencia del servicio secreto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. También, impactó la imagen del turismo en Colombia, y relegó la agenda política de la Cumbre de las Américas a un segundo plano. Pero, sobre todo, está develando el nivel de las finanzas que llegan a manejar algunas trabajadoras sexuales.
Su sexi-escándalo catapultó a Dania a las portadas de los principales medios internacionales, que registraron cómo viajó a España con su abogado, Abelardo de la Espriella. Un sondeo evidencia que los servicios prestados por el jurista se cobran por horas, y podrían estar entre los $800.000 y $1.000.000. El monto no es descabellado para los ingresos de Dania, que reveló que cobra hasta $1.400.000 por servicio sexual.
Cifras que incitan especulaciones razonables. La prostitución mueve en Colombia cerca de $5,7 billones al año, es decir unos US$3.180 millones, según un cálculo de La República.
El Dinero que Mueve
Para llegar a ese monto, se tomó en cuenta los censos aproximados de trabajadoras sexuales. Basado en el registro de establecimientos de lenocinio de la Secretaría de Integración Social de Bogotá, y un informe del Bienestar Familiar, se concluye que el número aproximado de prostitutas en el país es de 25.000.
Y las tarifas fluctúan entre los $50.000 y los $2 millones, lo que eleva el promedio a $636.000.
Sin embargo, tanto la cantidad de trabajadoras sexuales como el dinero que mueven puede ser mayor. “Es imposible tener cifras globales, pero en cada municipio hay una zona de tolerancia con prostitutas. Además, su presencia se multiplica los fines de semana”, indica Salud Hernández, periodista que ha trabajado el tema.
Camilo Herrera, presidente de la firma Radar, considera excesivamente alta la posibilidad de que la prostitución sea un negocio de $5,7 billones al año, dado que esto representa cerca del 2% del consumo total anual de los hogares colombianos, determinado en $360 billones.
“Sin duda es un gasto continuo, no en los hogares, pero sí en ciertos hombres. El problema es que la cifra real no es calculable, en la medida que la información siempre es asimétrica”, asegura Herrera. Le sorprende que el 2% que representaría la prostitución en el consumo de los hogares, es equivalente al gasto estimado para el consumo anual de cerveza.
Es decir que 2 de cada 100 pesos que se gasta un hogar colombiano, se los dedica a contratar servicios de placer sexual. Herrera había trabajado en 2002 en un estudio sobre prostitución con las Naciones Unidas, en el que se concluía que esta actividad movía anualmente $505.000 millones solo en Bogotá.
Tal como el experto señala, determinar la cantidad de dinero que mueve la prostitución de manera precisa resulta casi imposible. Ni el Dane, ni la Defensoría del Pueblo, ni Profamilia, ni los Ministerios, ni Fenalco, ni las Cámaras de Comercio, cuentan con un censo de prostitutas o un registro completo de los establecimientos donde se realiza.
Además, nadie de los involucrados tiene interés en que sus cifras se conozcan. El subregistroses la constante en una actividad extendida a lo largo del territorio nacional, como lo afirma Fidelia Suárez, representante de la Red de trabajadoras sexuales en Latinoamérica y el Caribe, Redtrasex: “Por municipios, de cada 10 establecimientos, 6 de estos son visibles o legales y 4 ejercen en la clandestinidad y es debido a esto, que no se puede llegar a determinar bien un censo total de mujeres trabajadoras sexuales ni de casas de lenocinio a nivel nacional”.
Gastos Implicados
Las prostitutas no deben pagar impuesto de renta, pero no están exentas de tributos. “Pagan impuesto predial y el IVA, entre el cuarto de hotel, la matrona y el patrón. Ellas se deben quedar con un 40% de sus ingresos”, calcula el economista Cesar Ferrari. Así mismo, precisa que otro factor que se debe tener en cuenta es que no trabajan todos los días del mes, debido entre otras cosas al periodo menstrual.
Los gastos de una jornada de una prostituta élite, tipo Dania, se pueden estimar así: Una noche en la suite presidencial del Hilton puede costar $1`437.000. Una sesión de spa en el Sheraton: $251.000. La membresía anual en un gimnasio como Bodytech, $2`214.000. El manicure, pedicure, shampoo y masaje en una peluquería como D`Norberto $228.000. Y una cirugía estética de aumento de senos estaría alrededor de los $5 millones.
El volumen de dinero que podrían mover las prostitutas colombianas no resulta desfasado, si se toma en cuenta que el mercado mundial de la prostitución mueve US$108.000 millones anuales, de acuerdo con un estudio realizado por el portal Business Pundit. Este análisis global clasifica al trabajo sexual como una de las tres actividades más lucrativas del planeta.
Otro dato que le da relieve al promedio de tarifas, es que a nivel mundial una prostituta puede ganar hasta US$250.000 al año, según Benjamín Skinner, autor del estudio sobre trata de blancas titulado “A Crime So Monstrous: Face-to-Face with Modern Slavery”.
El promedio de tarifas de las trabajadoras sexuales en Colombia se dispara por la modalidad de prepago, y chicas como Dania. Ellas son minoría, pero son las únicas que se dejan ver. Y dan una luz sobre todo lo que hay detrás.
Servicios Relacionados a la Bonanza de la Minería
Cuando hay bonanza en un municipio, los prostíbulos se multiplican por 5 y hasta por 10, según calcula la periodista Salud Hernández. Con bonanza se refiere esencialmente a las actividades petroleras, carboneras, de oro o relacionadas con la minería. Esto tiene que ver con que los obreros reciben pagos semanales, y las prostitutas saben bien que encontrarán mercado para su actividad. Esto se puede ver reflejado en poblaciones como San Juan de Cesar, Tumaco y otras parecidas. “Es brutal la cantidad de prostitución que ves. Entre semana no ves prostitutas, pero durante el fin de semana se dispara al infinito”, dice Hernández.
Fuente: ColPrensa, Bogotá