Si queréis comprender las causas que existieron en el pasado, observad los resultados tal como lo manifiestan el presente.
Y si queréis comprender qué resultados se manifestarán en el futuro, observad las causas que existen en el presente.
Fuente: Sutra sobre la contemplación de la mente como terreno (Nichiren)
El poder de lo sutil…
El efecto mariposa (también denominado como Teoría del caos) nos viene a decir que el simple aleteo de una mariposa en Chile, puede provocar una tormenta tropical en Barcelona, ciudad desde la cual escribo. Yo tuve ocasión de comprobar este efecto en mis propias carnes.
… y la meteorología
Este simple enunciado deja a la matemática, la física pero sobre todo a la meteorología totalmente fuera de juego. Me imagino que todos aquellos que se dedican a la predicción meteorológica deben maldecir este curioso efecto.
Sin un conocimiento claro de las condiciones iniciales de ciertos sistemas físicos bajo estudio, nada se puede saber con certeza. Y nunca conoceremos las condiciones iniciales… Y aun conociéndolas, no tenemos ningún control sobre la más mínima variación en una de aquellas condiciones… Y las condiciones siempre varían mínimamente.
Todo parece indicar que el tiempo atmosférico con el que tenemos que lidiar cada día cuando salimos a la calle es fruto de la más absoluta de las casualidades. Pero yo no creo en las casualidades, ni siquiera en lo referente al tiempo atmosférico.
… y el destino de nuestra vida
¿Y que ocurre en relación a las sutiles relaciones establecidas en el devenir de nuestra vida? Este fragmento de cierta película nos lo deja muy claro. Si sólo una cosa hubiera sucedido de forma diferente… no estaríamos en este preciso instante y lugar. Todo los sucesos que nos ocurren parecen estar profundamente intrincados con (o más bien causados por) el resto de sucesos del universo. Cuando la perspectiva se abre, las causas de los efectos aparecen con mayor claridad.
La sabia tradición budista, de la cual proviene el texto que encabeza esta entrada, ha sabido extraer la profunda sabiduría detrás de esta (aparentemente) extraña causalidad universal. Y le ha dado un nombre: karma. Pero parece que no se ha comprendido correctamente el significado de este concepto. Muchos le atribuyen un significado negativo: el de fatalidad. Nada más alejado de la realidad…
Karma es una palabra que proviene del sanscrito y significa: acción. Y simplemente expresa que nuestro momento presente es el resultado de las acciones pasadas (las de todo el universo) y que nuestro futuro (el nuestro y el del mismo universo) será el resultado de las acciones que iniciemos en este preciso instante. Además este noción abarca tres niveles: pensamientos, palabras y acciones. En cualquier caso, no hay lugar para las casualidades. Vertiginoso ¿no?
Por tanto, el concepto de karma nos entrega todo el poder y la responsabilidad: el ser humano puede crear su propio presente y futuro mediante las elecciones tomadas en cada instante. Hemos de tener muy claro que si arrancamos una flor, vamos a perturbar la vida de una estrella lejana.
No podemos arrancar una flor sin perturbar una estrella (Paul Dirac)
El efecto mariposa... con flores y estrellas