Un equipo de Noruega dio lugar a este resultado tras indicar a 855 embarazadas el hacer ejercicio tres veces por semana, o elegir seguir recibiendo la atención prenatal habitual sin esto. El primer grupo, el de ejercicio, no tuvo menos posibilidades de desarrollar la diabetes gestacional.
Las embarazadas que hicieron ejercicios en la segunda mitad de la gestación o segundo trimestre no han podido reducir el riesgo de desarrollar la diabetes asociada con el embarazo, como indica el estudio, ya que en el tercer trimestre el 7% del grupo que realizaba ejercicio tenía ya esta enfermedad, mientras que el otro grupo tenía en un 6% esta enfermedad.
A pesar de esto indican que el ejercicio puede no tener el mismo efecto en diabetes gestacional que en la diabetes tipo 2. Por otro lado, hay que pensar que otra posible razón sea que realizar ejercicio en el segundo trimestre del embarazo puede ser tarde, y sea necesario que también se haga en el primer trimestre.
Pese a este estudio, está claro que las ventajas de hacer ejercicio en el embarazo son tan buenas para la salud de la madre y también evitando complicaciones en el bebé que el hecho de que no reduzca la diabetes gestacional no es suficiente para no practicarlo. El ejercicio siempre es bueno, y en el embarazo puede ser todavía mucho más bueno.