El ejercicio no solo le hará lucir más joven, aumentara la fuerza de los huesos y los músculos, mejora de la movilidad y la resistencia, y un menor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y presión arterial alta.
Un estudio publicado recientemente en Aging Cell, uso ratones de laboratorio que se acercaban al final de su vida natural, a los 22 meses, y los colocaron en una rueda de ejercicio con peso. Generalmente, los ratones más viejos corren entre seis y ocho kilómetros por día, mientras que los ratones más jóvenes pueden correr entre 10 y 12 kilómetros. La rueda ponderada aseguró que desarrollaran músculo.
Después de dos meses de correr progresivamente con pesas en la rueda, se determinó la edad epigenética de los ratones y resultaron ser ocho semanas más jóvenes que los ratones sedentarios de la misma edad: 24 meses.
La ciencia detrás de esto, aunque complicada, depende en gran medida de un proceso biológico conocido como metilación del ADN. A medida que el cuerpo envejece, tiende a aumentar la metilación del ADN, o incluso la hipermetilación, en los sitios promotores de los genes en el músculo.
Si bien se refuerza el argumento a favor del ejercicio, aún queda mucho por aprender. Aunque la conexión entre la metilación y el envejecimiento es clara, la conexión entre la metilación y la función muscular es menos clara y no se conoce con certeza si la reversión de la metilación con el ejercicio es causa de una mejor salud muscular.