No os dejéis engañar por el título ni pretendáis encontrar en este relato el amor maternal y la ternura que se supone genera el estado de buena esperanza. Cuando se publicó en Japón muchas embarazadas adquirieron el libro buscando precisamente esto (el título original es Diario de una gestación), y la sorpresa fue considerable. La realidad de esta novelita corta de Yoko Ogawa es otra.
No hay palabras tiernas ni mimos, tan solo vómitos, calor asfixiante, olores, pesadez, antojos,... y un lenguaje frío, distante que va creando una atmósfera claustrofóbica y angustiosa en donde a cada momento, desde el anuncio del embarazo hasta el parto, se hace más evidente que algo terrible va a suceder. En apenas 123 páginas, con ilustraciones y letra grande, Yoko Ogawa logra crear un ambiente desasosegante en el que la incomunicación y la evidente incapacidad para sentir afecto por parte de los tres personajes, la narradora, su hermana embarazada y su cuñado, da finalmente sus frutos (puede que pomelos...).
"Ahora, la palabra clave que utilizo, para dar cuenta del bebé en mi cabeza, es "cromosoma". Sólo tomándolo como tal puedo tomar conciencia de la forma del bebé."
Yoko Ogawa
Apenas se sabe nada de los protagonistas: la narradora y su hermana son huérfanas y la hermana mayor es la que está casada y embarazada. La narradora es una joven universitaria que además trabaja en un supermercado en la promoción de ciertos productos... Y pocos datos más se nos dan. Todo muy aséptico y desprovisto de cercanía y vínculos reales."Pero, ¿de verdad el nacimiento del hijo de mi hermana y mi cuñado es un asunto que merezca una enhorabuena? He buscado en el diccionario la palabra "Enhorabuena": exclam.- expresión de felicitación.
- Así que la palabra no tiene ningún significado... - murmuro, siguiendo con el dedo la línea con palabras cuyas letras denotan algo tan ajeno a cualquier deseo de felicitar."Este es el primer libro que leo de Yoko Ogawa, nacida en Okayama en 1962. Con él ganó en 1990 el Premio Akutagawa. Tengo en casa de esta autora La fórmula preferida del profesor (Premio Yomiuri, 2004), también editado por Editorial Funambulista, y visto lo mucho que me ha gustado este no creo que tarde mucho en ponerme con él.
Marcapáginas 76