El emblema del traidor
El emblema del traidor">">El emblema del traidor" height="185" width="263" alt="El emblema del traidor" class="alignleft wp-image-2844 size-medium" />Datos del libro
- Nº de páginas: 464 págs.
- Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
- Editorial: DEBOLSILLO
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 9788499080383
Sinopsis
Un secreto terrible. Un amor trágico. Una venganza destructora. Estrecho de Gibraltar, 1940. En el epicentro de una tormenta, el capitán González rescata a un grupo de náufragos alemanes. Cuando cesa el temporal, el cabecilla le obsequia con un emblema de oro macizo. De la conversación con ellos, González no olvidará dos palabras: traición y salvación. En torno a este emblema gira la aventura de Paul, un joven que vive con su madre en el Múnich de entreguerras, obsesionado por descifrar la misteriosa muerte de su padre. Ni siquiera su amor por Alys, una intrépida fotógrafa judía, acabará con esta peligrosa investigación que, Paul no lo sabe, cambiará para siempre el destino de las personas que le rodean. Masonería, nazismo, amor y traición se funden en un thriller lleno de sorpresas sobre la búsqueda de la verdad y el alto precio que hay que pagar por encontrarla.
Una novela con un estilo rápido y atractivo
He leído muchas opiniones muy positivas sobre El emblema del traidor y creo que una de las razones de que guste tanto es el estilo que Juan Gómez-Jurado ha utilizado para escribirla.
Tiene una prosa ágil, consigue un buen equilibrio entre narración, descripción y diálogo que dan lugar a una lectura sin complicaciones. Si a ello le añadimos la gran cantidad de acción que introduce el autor en la novela y el inteligente y habilidoso uso que hace de las pasiones más primitivas del ser humano, El emblema del traidor se convierte en una lectura atractiva que recaba opiniones positivas por doquier.
A mí, sin embargo, y pese a que no se evidencie demasiado en mi reseña, la novela no ha acabado de convencerme. Hay algo en ella que me ha dejado insatisfecha. Quizá sea, precisamente, ese estilo tan llano.
Un Thriller entretenido
El emblema del traidor es un thriller interesante, atractivo para un tipo de lector que desee pasar un buen rato sin complicarse mucho la vida.
Posee todos esos elementos (intriga, odio, amor…) que atraen nuestra atención como lectores, pero, y aunque se nota que el autor ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación cuyos datos, por otra parte, sabe introducir en la novela con habilidad, pese a ello, digo, la novela no va más allá de un interesante thriller con ningún otro propósito que el del mero entretenimiento.
La recreación del ambiente
En El emblema del traidor, Juan Gómez-Jurado realiza una gran recreación del ambiente tanto de la Alemania de entreguerras como de la Alemania inmediatamente anterior al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Las condiciones impuestas a la Alemania del segundo Reich, sobre todo en materia económica, quedan bien reflejadas en la novela de Gómez-Jurado, en la que se lee que una barra de pan llegó a costar un millón de marcos. El desencanto popular por haber perdido la Primera Guerra Mundial y las exorbitantes indemnizaciones que Alemania se veía obligada a pagar por perderla son dos elementos que el autor sabe manejar muy bien para lograr una excelente ambientación de la Alemania de aquel momento.
El auge del nazismo en unas condiciones como éstas es algo que Gómez-Jurado sabe introducir en la novela con gran acierto. No me lo parece, sin embargo, en lo que se refiere a la masonería. Creo que pasa muy de puntillas sobre ella (pese a que es un elemento de peso en la novela) y que no la dibuja con la exactitud que logra en la ambientación de la Alemania prenazi.
Más allá de la acción
Más allá de la acción y los acontecimientos que Gómez-Jurado crea para El emblema del traidor, la novela ofrece un trasfondo filosófico-vital, el de la búsqueda de la verdad, cueste lo que cueste, incluso si el descubrimiento de esa realidad que ha permanecido oculta es un varapalo para las creencias y lo que se esperaba de ella.
Lo que no me ha gustado
Un final decepcionante
Por otra parte, el final es decepcionante. En absoluto viable, cuando lo lees da la sensación de que el escritor estaba cansado de la novela y quería acabarla cuanto antes. Si no, no se entiende ese final tan inverosímil, más propio de los cuentos infantiles, donde todo puede pasar, que de una novela seria.
Se trata, además, de un final tan precipitado que el lector, al menos yo, se queda con cara de bobo, preguntándose: ¿Ya?
Un final, pues, que el autor no ha trabajado suficiente.
Narrada de forma sencilla y amena, si el lector gusta de acción, intriga, secretos y desavenencias familiares, amor, venganza, odio y demás elementos que hacen de una historia un entretenido puzle con el que pasar un buen rato, El emblema del traidor es una buena elección.
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