Ricardo Martín Santos era un trabajador de la Radio Televisión Andaluza. Sus compañeros lo definían como una persona comprometida, afable, minuciosa y totalmente familiarizado con el medio autonómico al que ha dedicado laboralmente ocho años de su vida. Un activista social del pacifismo, de los derechos humanos, de la enseñanza pública, de la Igualdad social y de los trabajadores e implicado y afiliado de manera activa en CCOO. Además, desde la creación de Podemos, se había integrado en la candidatura municipal Participa Sevilla.
Trabajó como Técnico de realización y ahora lo hacía como mezclador.Hasta que le llegó la carta de despido. La dirección competente de Canal Sur Televisión le mandó un burofax que indicaba que “trabajar bien, llevar años en la casa, estar familiarizado con el medio, ser responsable, meticuloso en su labor, buena persona y compañero, no son suficientes avales para que este técnico, además, joven, siga ayudando a una plantilla menguada y necesitada de refuerzos”. Sin informe negativo alguno de esos ocho años, la dirección alegaba que Ricardo “no ha superado en absoluto el período de prueba pactado en el contrato”. Pero, en el fondo, lo que subyacía, según Ricardo, es que lo echaban “por no compartir la ideología de quienes gobiernan en Andalucía y por su militancia sindical en CCOO y Podemos”. A todos/as los/as trabajadores de Canal Sur Tv y Radio
En una carta mandada a todos los trabajadores de Canal Sur Tv y Radio, Martín Santos les dice: “Ya conocéis la triste noticia, me han rescindido mi contrato de Técnico Mezclador utilizando el periodo de pruebas. Tras 8 años desde que nos despidieron a 200 trabajadores de Canal Sur por culpa de la anterior crisis económica, algunos/as hemos tenido la suerte de volver a esta casa con los nuevos contratos conseguidos por las últimas movilizaciones de la plantilla con el objetivo de aliviar la carga de trabajo que se sufre cada vez más intensamente. El contrato sería de ayudante, pero esta vez no en el departamento de Realización en el que desarrollé mis funciones hace años, sino como Técnico Mezclador. Aunque el contrato era de tres meses prorrogable a otros 3, fue una inmensa alegría volver a esta empresa y una ilusión en lo profesional, ya que aquí hemos dado muchos años de nuestro recorrido laboral. Y también por reencontrarme de nuevo con vosotros/as trabajadores, fantásticos/as profesionales que atesora esta casa, que no os merecéis la imagen denostada que se da sobre Canal Sur, en algunos casos maliciosamente. No puede ser la ideología lo que determine si tienes capacidad para trabajar en Canal Sur. Confirma lo que está sucediendo en la casa con los expedientes disciplinarios y lo que se prevé con el pacto de las tres derechas: despidos y recortes de plantilla”
“El motivo del informe de mi despido no es por una cuestión laboral, por no ser profesional en el trabajo o por tener un mal comportamiento en el informativo Noticias 2 de Mariló Montero. El motivo es ideológico. Me echan por haber sido un activo militante de Podemos, con diferentes responsabilidades en comunicación en Andalucía o Sevilla, por ser una persona marcada a nivel sindical con CCOO desde hace 8 años con los despidos, porque me junto con la gente del Consejo Profesional de Redacción, en definitiva, por no formar parte de la ideología de quienes dirigen esta empresa ahora. No entiendo muy bien en qué puede afectar mi trabajo de técnico a los contenidos de Canal Sur. Nuestro cometido no es ese, pero la empresa entiende que sí lo hace. Pelearé desde otro ámbito sindical y judicial este atropello, no sólo por mi persona, sino porque esto crea un grave precedente en Canal Sur y es una mala noticia para todos/as sus trabajadores. No puede ser la ideología lo que determine si tienes capacidades para trabajar en Canal Sur. Esto viene a confirmar lo que ya está sucediendo en la casa con los expedientes disciplinarios y lo que se prevé en el horizonte con el pacto de las tres derechas: despidos y recortes a la plantilla. Las consecuencias de gobernar con la extrema derecha se traducen en la falta de rigor informativo, las injusticias laborales y el autoritarismo”.
Martín Santos termina advirtiendo: “Y no olvidéis nunca que la historia de Canal Sur la han escrito siempre sus trabajadores, no la dirección. Un abrazo de un castellano andaluz, Ricardo Martín Santos”.