Los contadores inteligentes pueden contribuir al ahorro energético, según un informe europeo coordinado por la asociación española Ecoserveis. Los aparatos están especialmente destinados a personas en situación de pobreza y vulnerabilidad energética.
El estudio está financiado por el programa H2020 de la Unión Europea y se ha gestado bajo el proyecto SMART-UP. La iniciativa, implementada en cinco países durante cuatro años (2015-2018), analiza el impacto del uso de contadores inteligentes de energía doméstica en la reducción de la vulnerabilidad energética y la pobreza.
El ejemplo de Barcelona
La Ciudad Condal incluyó el proyecto en el seno del programa de lucha contra la pobreza energética desplegado en 2016 impulsado por el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS).
Esta iniciativa hizo posible la formación de 100 personas en paro de larga duración, quienes ofrecieron apoyo presencial y personalizado a 1.820 hogares. En concreto, este apoyo se materializó en dos ámbitos: asesoramiento tarifario en las facturas de los suministros y acciones cotidianas para reducir el uso innecesario de consumo en el hogar.
A partir de los datos obtenidos del asesoramiento sobre los hábitos de consumo y la monitorización energética, Ecoserveis visualizó una reducción del consumo energético.
Durante el inicio del proyecto, se observó un desconocimiento total de las personas participantes sobre el uso y el funcionamiento de los contadores digitales. En concreto, el 92 % de las personas no había mirado nunca el contador digital.
Tras las visitas de los asesores energéticos, el 60 % de los participantes manifestó haber mejorado su compresión sobre la factura de la luz y el funcionamiento de la electricidad. Por su parte, el 80 % implementó medidas para restringir el consumo de energía.
Hacia los contadores inteligentes
La UE tiene dispuesto reemplazar el 80 % de los medidores eléctricos por contadores inteligentes en 2020. El despliegue en España se ha complementado en gran medida y las empresas tienen estipulado por ley realizar el reemplazo a finales de este año.
No obstante, existe alguna traba. Ocurre con los contadores situados en sótanos de edificios e inaccesibles para particulares. También con aquellos cuyas pantallas son poco “amigables” o que carecen de manual de instrucciones disponible. En estos casos, se limita mucho la posibilidad de que los consumidores individuales accedan, se beneficien y asuman un cambio positivo de los hábitos energéticos.
Noticia ofrecida por la Tienda de Electrodomésticos Tienda Azul.