El Ayuntamiento de Palma de Mallorca propone una “chocho-charla” que le supondrá un desembolso de unos 2.000 euros largos, en concepto de desplazamientos y otros gastos; la entrada será libre para mayores de dieciséis años.
Me parece de tan mal gusto como inútil, tendenciosa, sesgada y muy propia de los progresistas de chaqueta de pana y Visa platino, que han conocido el sacrificio y la pobreza por las imágenes de los pocos libros que cayeron en sus manos.
Propongo una “polla-charla”. Empoderándonos desde nuestras pollas. ¿Machista?. ¿Homófobo?. ¿Diferente medida para unos y para otros? (a eso ya estamos acostumbrados). La transgresión puede formar parte de la cultura, pero no constituir la base en sí misma. Y a veces, entre la provocación y la falta de respeto o violentr la ley, hay una línea excesivamente delgada.