Quien podría llegarse a imaginar que una serie sobre un conserje de un edificio de alto copete en la ciudad de Buenos Aires podría dar tantísimo juego. Y es que a priori estamos antes una comedia negra con muy mala leche, pero transita entre tantos géneros y subgéneros que nunca se sabe con que puede sorprendernos el "boludo" de su protagonista en los veinticinco capítulos que componen, por el momento, sus tres temporadas. Cabe decir que las dos primeras son una genialidad, con una trama continua que concluye para dar paso a otra línea argumental en su tercera, más ambiciosa pero menos realista.
El principal responsable, o encargado mejor dicho, de todo esto es sin duda Guillermo Francella, quien perpetra un personaje que genera la misma cantidad de amor que de odio, tanto en la propia ficción como en la vida real, convirtiendo a Eliseo en un ícono de la televisión dotado de un carisma inigualable. La limitación de escenarios, básicamente la recepción y los diferentes apartamentos, no obstaculizan la libertad y originalidad de ideas, sobre todo a la hora de convertir problemas y quehaceres convencionales y habituales en todo un reto o un juego que nunca se sabe cómo va a acabar, aunque quienes le sufren muchas veces crean que sí.
En resumen, una serie imprescindible seas del lado del charco que seas, aunque si eres español quizás necesites subtítulos para entender palabras como "pileta", "forro" o "quilombo", eso sí, seguro que "la recontra concha de tu madre" y perlas similares las pillarás a la primera.
Mi puntuación: 8/10