Revista Infancia

El enemigo está en casa

Por Stornel

¿Aumentarán estas enfermedades en sus hijos?

Los que han crecido en la era digital (nacidos digitales) tendrán más posibilidades de verse afectados de lesiones por 'sobrecargar' partes se su cuerpo como dedos, extremidades, visión y audición y, las que irán apareciendo.

Las tendinitis son inflamaciones de los tendones: del 18 % de las consultas por tendinitis, el 15% corresponde al mal uso de aparatos electrónicos  y, algún especialista ha afirmado que 'las consultas de jóvenes con dolores en la base del pulgar llegan a ser de 2 o 3 por semana'.

A veces, para entenderse, en la literatura médica se utiliza el prefijo del aparato que produce la inflamación. Por eso leemos la 'wiitis' o la 'nintendinitis' para poner un nombre a las tendinitis ocasionadas por los distintos tipos de videojuegos, aunque es un término incorrecto en la semiología médica. Son inflamaciónes agudas e intensas de los tendones, sinoviales e inserciones musculares a nivel de las articulaciones del hombro, codo, de la muñeca, de los pulgares (pollicis), así como artralgia en estas útimas y/o contractura musculatura para-vertebral con o sin compromiso radicular. Algunos videojuegos que afectan principalmente a los pulgares (pollicis) y en menor medida muñecas, codos y antebrazos.

El término 'Wiitis' lo acuñó el español Julio Bonis en una carta remitida a la revista New England Journal of Medicine en 2007. que en su  versión  deportiva  propone hacer simulaciones de deportes, como el tenis. Se ven afectadas las mismas articulaciones que afectan a los deportistas. La más común es el codo, pero también sufren el hombro, la muñeca y la mano. Este tipo de actividad, aunque obligue a moverse, no cansa mucho, por lo que se puede estar varias horas forzando músculos y tendones sin que el jugador sea consiente de ello. Un año más tarde, especialistas de la Clínica Mayo (EE.UU.) mostraron un caso de 'Wiitis' en un joven sano de 22 años, que acudió con dolor intenso en el hombro y el brazo izquierdo por una partida de bolos virtual. En distintos países se han descrito casos de Wiiitis, Wii-elbow (codo de Wii) y otros trastornos parecidos.

El abuso de Nintendo afecta a chicos a partir de los 10 años. La 'Nintendinitis' se describió por primera vez en 1990 y se han dado varios casos de lesiones relacionadas con el uso intensivo de las tecnologías recreativas, sobre todo en niños y principalmente por el uso excesivo del tendón extensor del dedo pulgar aunque también se ven afectados los dedos índice y medio. Entre los síntomas más frecuentes aparecen el dolor intenso, la pérdida de fuerza de la muñeca y de la mano, entumecimiento y molestias en la base del pulgar y, en casos extremos, la tendinitis puede extenderse a brazos y codos.

El síndrome BlackBerry. El 6,3% de la población tienen una adicción al envío de mensajes y el 10% de ellos reconoce enviar más de cien SMS al día. El pulgar usado compulsivamente contra el teclado del móvil para escribir con rapidez sobre unas teclas muy pequeñas y juntas entre sí genera un desgaste de la articulación trapecio-metacarpiana o articulación base del pulgar.

El síndrome del túnel carpiano (STC) está relacionado con el tecleado en el ordenador por una posición forzada de la muñeca, aunque algunos traumatológos no están de acuerdo con esta teoría. El STC es una lesión por compresión del nervio mediano a nivel de la muñeca. Es un proceso incapacitante caracterizado por molestias nocturnas en la mano, adormecimiento de los dedos, disminución de destreza y pérdida de fuerza en la mano y en los dedos.

La miopía. Está aumentando entre los jóvenes. En un estudio realizado por el Instituto Nacional del Ojo y publicado en diciembre de 2009 de Archives of Ophthalmology se encontró que la prevalencia de miopía entre los estadounidenses ha aumentado de 25% al 41,6% de la población en los últimos 30 años, es decir, un aumento de más de 66% y, los mayores de 12 años ya son miopes el 59.8%.

El trauma sonoro o acústico. El uso exagerado de los mp3 con auriculares o escuchar música con altavoces 'a tope a lo chumba chumba' causan sordera progresiva. Hasta hace poco 2 de cada 10 niños tenían ese problema, hoy son 5 de cada 10 porque escuchan la música a todo 'trapo'. Para que tengan una pequeña idea de cómo va este tema y de su importancia les diré que la medida de intensidad del ruido se mide en decibelios (dB) y si:

  • el volumen es menor a 45 dB, no hay daño en el oído. Si va de 50 a 90 dB, hay cierta alteración
  • va de 90 a 130 dB genera una pérdida permanente e irreparable en la audición 
  • supera los 130 dB puede haber pérdida súbita de la capacidad auditiva y, además, entrará en el umbral del dolor (esto ocurre, por ejemplo, en las explosiones)

Miren la matraca que les he dado pero no estoy hablando de chorradas; el enemigo está en casa.


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