Revista Comunicación
CAPITÁN AMÉRICA Y EL SOLDADO DEL INVIERNO
data: http://www.imdb.com/title/tt184386
Capitán América no es uno de mis superhéroes predilectos. Por lo que fui con muy bajas expectativas a ver el segundo episodio de su saga. Me llevé una gratísima sorpresa. “Capitán América y el Soldado del Invierno” es una muy buena película, con una bajada de línea casi subversiva. No puedes confiar en nadie. No sabés para quién trabajas. No estás seguro de que alguien apueste todavía por la libertad. Sin embargo luchas y das la batalla. Esperas que la libertad tenga un sentido para alguien y estás decidido a dar la vida por ello.
Capitán América es un anacronismo, una reliquia del pasado. Y sus valores parecen ser una pieza de museo. Es paradójico: en el siglo XXI, el Capitán América luchará contra los mismos enemigos de 1945. La oscuridad que ha mutado de ropa para perseguir los mismos objetivos: una minoría manejando los destinos de la mayoría dormida.
Hay clima de desaliento en este episodio; todo parece perdido. Steve Rogers enfrenta a SHIELD y descubre en la estructura corrompida al enemigo que enfrentó en la Segunda Guerra Mundial. Y si la pregunta es para qué luchar, con quién y cuán probable es la victoria, Rogers la contesta con su discurso al personal de SHIELD: “Sé que estoy pidiendo mucho. Pero el precio de la libertad es alto. Siempre lo ha sido. Y es un precio que estoy dispuesto a pagar. Y si soy el único, entonces que así sea. Pero estoy dispuesto a apostar que no lo seré”.
Cuando la minoría que se pretende superior al resto parece imponerse y se alza amenazante, el individuo se pone de pie y los enfrenta. Y aunque la lucha sea desigual, la libertad tiene todavía el sabor de lo sagrado para no rendirse, para no abdicar en la lucha.
En una lectura crítica al Estados Unidos post 9/11, “El Capitán América…” plantea la disyuntiva libertad y seguridad. Y otra frase de Rogers impone el motivo de porque tal disyuntiva es una falacia: “Esto no es libertad. Esto es miedo”.
Notables ideas para una simple (sic) película de superhéroes.
“Capitán América…” tiene sobre estas ideas con las que reflexiona, los buenos elementos del cine de acción. Efectos especiales, secuencias de persecución, diálogos brillantes, buenos gags y Scarlett Johansson en un conjuntito negro apretado que en 3D y de espaldas justifica por sí sola el precio de la entrada. Agreguen los parlamentos de Samuel Jackson, Robert Redford haciendo de malvado, un Toby Jones digitalizado y un más que correcto Chris Evans. El Capitán América tiene futuro.
Llama la atención lo que ha logrado Marvel y Stan Lee con sus personajes. Son tan ricos dramáticamente, tan detallados en su psicología, que sus conflictos dramáticos destacan, no ya sobre la media de las películas de superhéroes, sino del promedio del resto de las películas. Todos los fuegos artificiales del cine de acción están disponibles para el espectador que sólo quiere ver eso; pero para el que le gusta rascar la superficie encontrará más de lo que pensado.
Y ése es uno de los principios del buen arte: contar algo más de lo que parece a primera vista.
Mañana, las mejores frases.