Toda lente tiene dos puntos focales, uno a cada lado y a igual distancia de su plano nodal. En nuestras cámaras, en un de estos puntos se encuentra el sensor o la película. Todo lo que se encuentre en el otro punto estará enfocado en nuestra fotografía. Realmente solo existe un plano en el que los objetos pueden estar enfocados, pero el ojo humano verá nítido todo aquello que se encuentre dentro de la profundidad de campo debido a que los círculos de confusión tienen un tamaño lo suficientemente adecuado como para que lo veamos así.
Este hecho permite que podamos ver enfocado más de un plano a la vez y por tanto que podamos fotografiar enfocados objetos que están en distintos planos. De esta forma tenemos los siguientes tipos de enfoque:
Enfoque selectivoEl enfoque selectivo es aquel en el que una parte de la fotografía está enfocada y el resto no. Para obtenerlo lo ideal es reducir al máximo la profundidad de campo, algo que podemos lograr abriendo el diafragma lo máximo posible y utilizando una distancia focal alta. Una vez hemos reducido la profundidad de campo solo tenemos que girar el anillo del enfoque hasta que veamos nítido aquello que queremos. Gracias a los puntos de enfoque que incorporan hoy en día casi la totalidad de las cámaras SLR podemos utilizar el enfoque automático para enfocar aquello que queremos, pero la reducción de la profundidad de campo deberemos realizarla nosotros mismos, aunque algunos modelos incorporan también automatismos para realizar esta tarea.
Enfoque amplioCuando queremos realizar una fotografía de un motivo en el que la distribución de los sujetos es irregular, necesitaremos una profundidad de campo amplia. Para obtenerla debemos hacer lo contrario a lo que hicimos en el tipo anterior. Cerrar el diafragma. Una vez hecho esto lo ideal es buscar el objeto que se encuentre aproximadamente en el centro de todos los que queremos fotografiar y girar la anilla del enfoque hasta que este quede enfocado. Si lo hemos hecho bien todos los objetos deberían estar enfocados aunque si la distancia entre estos es muy acusada probablemente observemos como los objetos que están en los planos más lejanos y en los planos más cercanos están ligeramente menos enfocados que los que están más próximos al centro.
Enfoque continuo Decimos que tenemos un enfoque continuo cuando conseguimos una fotografía en la que todo está enfocado. Casi siempre lograremos esto enfocando con nuestro objetivo al infinito y utilizando una distancia focal corta. Este tipo de enfoque no es posible en todas las situaciones ni con todas las lentes. Suele utilizarse mayoritariamente para la fotografía de paisaje. No obstante y esto debe quedar claro, si queremos obtener un enfoque continuo óptimo y aprovechar al máximo la capacidad de enfoque de nuestro objetivo, deberemos utilizar la distancia hiperfocal. Algunas cámaras Canon incluyen también algunos modos de ayuda para este tipo de enfoque. Son tres simples tipos de enfoque muy fáciles de conseguir si se tienen claros los parámetros que afectan al tamaño de la profundidad de campo. Probablemente encontréis otros sitios en los que se les da otro nombre o en los que se habla de ‘tipos de profundidad de campo’ en lugar de ‘tipos de enfoque’. Ambas cosas son correctas.El enfoque es uno de los pilares básicos de la fotografía, el ojo humano por naturaleza siempre va a tender a fijarse en aquello que está enfocando y por lo tanto si queremos dominar el peso visual en nuestras tomas tenemos que aprender a manejarnos con soltura a través de todos los términos que decíamos al principio y dominarlos a la perfección.
El desenfoque es uno de esos errores de difícil solución que ha costado más de un disgusto a todo tipo de fotógrafos, desde los amateur hasta los profesionales, ya que una foto desenfocada tiene difícil arreglo, y no siempre nos damos cuenta en el momento de tomar la foto y revisarla en nuestro equipo.
El problema que plantea el enfoque de zona automática es que funciona muy bien cuando queremos fotografiar un sujeto, pero no tan bien cuando el objeto de nuestra fotografía es un paisaje. La mayoría de los usuarios utilizan por defecto AF de punto único, seleccionando un punto de enfoque de todas las posibilidades que nos ofrece nuestra cámara. Un error muy frecuente en este modo de enfoque es utilizar el punto central como referencia, enfocar al sujeto esté donde esté y, presionando el disparador, volver a reencuadrar la cámara.
La consecuencia de todo esto es que perdemos el enfoque en el lugar que deseamos. Si la diferencia es perceptible pronto nos daremos cuenta del error, pero en muchas ocasiones la diferencia es tan sutil que sólo notamos que hay algo extraño en la foto sin saber exactamente qué es. ¿Por qué ocurre esto? Pues porque al enfocar un punto estamos creando un cuadro de enfoque paralelo del que tiene toda la información nuestra cámara. Es decir, al pulsar el disparador a la mitad la cámara retiene las instrucciones, porque recordemos que la cámara no es un ojo, y no sabe en qué lugar está cada uno de los elementos de nuestra foto, sino que está siguiendo nuestras instrucciones. La solución para esto es utilizar los puntos de enfoque de nuestra cámara siendo conscientes de lo que estamos haciendo. Una cámara réflex de nivel bajo o medio puede tener entre 5 y 11 puntos de enfoque, suficientes para abarcar las áreas más importantes de la imagen. El punto de enfoque que tenemos que elegir es aquel que coincide con el lugar más cercano que queremos dentro de foco.Es fundamental evitar enfocar y reencuadrar si queremos conseguir una buena imagen, sobre todo si estamos utilizando aperturas grandes, ya que es en estas imágenes cuando más vamos a notar la ausencia de foco.
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