Personalmente fui el medio para conectar a Luisin Martí con el propietario de Andy Ranch, le serví como enlace para una supuesta presentación de Gilberto Santa Rosa en ese establecimiento.
Tuve conexión directa con Luisin y me certificó tener contrato para un con gran concierto en República Dominicana; tales fueron las propuestas que Luisín viajó directamente al país para establecer acuerdo con el centro de diversión.
Fue tan descarado que se encargó de entregar un contrato a cambio de una alta suma en dolares, pero tan pronto se marchó puso en evidencia que todo era una trampa de mal gusto y de violación a las normas establecidas.
Ha pasado el tiempo y Luisin no responde, ha pasado el tiempo y este señor no devuelve ni llamadas para decir una cosa u otra.
Tuvo tanto coraje que pudo convencer en una segunda oportunidad a la gerente de Andy Ranch para que le depositara otra cantidad, sugiriendo que era una necesidad
Luisin se hizo cargo del santo y la limosna, no aparece por ninguna parte y mientras tanto se conformó con devolver solamente tres mil dolares de los $20,000.00 que recibió.
Esto no puede suceder en la persona de una familia tan honrada como la que dejó su padre Luisito Martí.
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