Mi primera experiencia lectora con un libro de Jerónimo Tristante (muchas gracias a Ediciones Maeva por el envío) ha sido realmente gratificante, tanto que ahora mismo me estoy planteando qué otro libro de este autor me voy a leer: "El misterio de la Casa Aranda", "El caso de la viuda negra" o "1969" son los que más me atraen. Ya veré, pero se agradecen sugerencias. Lo que sí tengo claro es que continuaré leyendo a este autor.
La convulsa Barcelona de finales del siglo XIX es el lugar en donde se desarrolla la acción de "El enigma de la calle Calabria". Más allá de Víctor Ros, el detective investigador, o de los propios acontecimientos a investigar, el secuestro de Gerardo Borrás y otras preocupantes desapariciones, Barcelona se erige como la verdadera protagonista de la novela.
Teatro del Liceo (Barcelona)
No se anda el autor con rodeos, nos presenta a Víctor Ros en acción desde el primer momento. Y ya no puedes dejar de leer. Me ha encantado la recreación del ambiente, el lengujae utilizado, con algunos arcaísmos y palabras en desuso que dan el tono, y el desarrollo de la acción, incluido el cambio en el protagonista.
Gerardo Borrás, rico empresario de renombre en la ciudad, ha desaparecido. Poco después de que Víctor Ros llegue desde Madrid para resolver el caso (su amigo y ex-compañero en la policía, Alfredo Blázquez, esposo de la prima de la víctima, lo ha llamado) el secuestrado aparece, muy maltratado y con cierta ausencia o inconsciencia. Y ahí comienza la investigación de Víctor, ayudado en sus pesquisas por Alfredo y por otro policía, excompañero de juergas en tiempos pasados, Juan de Dios López Carrillo.
Forman lo tres un grupo agradable y simpático; la relación entre ellos es afectuosa, de respeto y camaradería. Son los tres gente corriente, con sus familias y afectos, no los investigadores atormentados que tanto proliferan últimamente. Y se agradece.
Jerónimo Tristante, el autor
Y la investigación les llevará, y a nosotros con ellos, a recorrer los barrios más bajos de la ciudad, a caminar entre las chabolas y su miserables habitantes, comprobar las penosas condiciones de los trabajadores más humildes, y presenciar las revueltas socialistas y anarquistas de la época; podremos pasear por los jardines de Barcelona, entrar en las lujosas casas de la clase alta y en los más reputados lupanares; nos adentraremos en la bohemia artística y charlaremos con un viejo y derrotado Monturiol y un joven Antonio Gaudí; nos apartaremos para evitar ser arrollados por los carruajes y los nuevos tranvías y seremos testigos de los vicios más ocultos y degenerados de la clase ociosa, de la avaricia, de la ambición y de la locura.... Y todo esto en la creciente Barcelona pre-modernista de 1881.
"El enigma de la calle Calabria" es una novela muy muy entretenida, que se lee con facilidad, con fruición, que te atrapa desde el primer momento, y que es una lectura ideal para estos días de verano que se nos acercan sin remedio.
Marcapáginas 21