El enigma de los sueños

Todos hemos soñado alguna vez en nuestra vida, unos con más frecuencia que otros, y otros, desde luego, sueñan con escasez. ¿Pero qué son todas esas imágenes que nuestro cerebro reproduce cuando estamos dormidos? ¿Por qué se producen? Quisiera brindarle a usted, estimado lector, una respuesta imperativa y necesaria a estos interrogantes, pero desgraciadamente no puedo contestar a ciencia cierta qué son o por qué se producen, los sueños. Sin embargo, apelando al psicoanálisis cuyos algunos conceptos aún siguen vigente en la psicología intentaré mostrar aproximaciones a una definición del mismo, junto con el discurso de la ciencia contemporánea.

Hay distintas teorías al respecto que pretenden explicar esta característica tan particular que realiza nuestra mente al estar entre los brazos de Morfeo. Según el psicoanálisis, el acto de soñar se debe gracias a la liberación de nuestro inconsciente, de manera que cosas que deseamos realizar en nuestra vida cotidiana y no podemos hacer debido a la normatividad social o los valores ético/morales de una cultura determinada (por ejemplo, masturbarse en público, o desear carnalmente a un determinado un individuo en caso de que no se haya logrado tal cometido). Al privarnos de hacer estos impulsos, según el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, estos se almacenan en nuestro inconsciente y cobran vida al momento de soñar.

Pero la noción psicoanalítica de los sueños no es tan convincente, aunque no por ello deja de ser interesante, es decir, ¿Qué hay cuando soñamos con personas que jamás hemos visto? ¿O cuando soñamos algo que ni loco haríamos o pensáramos en la vida real? Cuestiones como estas son las que se le escapan a la teoría psicoanalítica de explicar. En fin, vayámonos a un contexto más científico, ¿Qué nos dice la ciencia contemporánea al respecto? Como lo dije al principio, ni si quiera apelando a la ciencia puedo brindarles una definición del por qué este suceso de manera satisfactoria. No obstante, al igual que la teoría psicoanalítica, esta nos da ciertos matices y aproximaciones, veamos.

Según la ciencia, el proceso de sueño ocurre en la fase REM, es decir, cuando estamos profundamente dormidos y nuestros ojos se mueven de manera involuntaria aún teniendo los párpados cerrados. Al momento de soñar, el cerebro intenta eliminar los recuerdos, experiencias, o datos ‘’innecesarios’’ mediante una película sinsentido que la sociedad conoce como el nombre de sueño. Otra teoría más simplista dice que el acto de soñar en sí mismo es irrelevante: se trata de una producción de imágenes arbitrarias que nuestro cerebro crea para poder descansar.

En este sentido, según la ciencia, el funcionamiento del sueño equivale al borrar un archivo de un disco duro, lo cual a nuestro parecer es absurdo, dado que si este ‘’borrado’’ seria efectivo, ergo no volveríamos a soñar con lo que se ha borrado en cuestión, entonces, ¿Por a veces soñamos lo mismo dos o más veces? ¿O por qué en nuestros sueños cotidianos suelen aparecer las mismas personas, lugares, acontecimientos? En definitiva, ni el psicoanálisis ni la ciencia pueden explicar el misterio de soñar, aunque nos den aproximaciones que valen la pena investigar.

El carácter enigmático de los sueños es similar al carácter de la condición humana. Las ciencias, tanto sociales como básicas, intentan responder diariamente qué es eso del ser humano, y aunque se aproximen dando teorías científicas o sociales, el misterio, quizás, jamás será resuelto. Probablemente el ser humano es eso, un ser enigmático carente de significación imperativa y universal, al igual que el acto de soñar.