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El enigma del Euskera en el “Euskararen Nazioarteko Eguna”

Publicado el 04 diciembre 2013 por Alfonso65 @AlfonRoldan

Allá por la EGB recuerdo que estudiamos las lenguas y dialectos de la península. Todo tenía su origen del latín, previamente del griego. También los árabes dejaron una buena huella lingüística. Cuando llegaba el turno del euskera (que yo creo que en el libro decía vascuence), nadie tenía ni idea de dónde provenía ese idioma. Era un enigma digno de Cuarto Milenio. Ahora he visto que, en realidad, el gran enigma es cómo sobrevivió el euskera al Imperio Romano y al latín después de convivir. Y claro, hoy que se ha celebrado el Día Internacional del Euskera me parecía el momento oportuno de pensar un poco sobre ello.
Pienso que las lenguas, los idiomas, son instrumentos, herramientas para la comunicación; pero al tiempo pienso que son un bien cultural del mundo entero. Cuando a veces se lee que ha desaparecido una lengua con la extinción de una tribu o de sus últimos hablantes es como si una parte de la humanidad, de su historia y su cultura desaparecieran. Es decir, es responsabilidad de todos que las lenguas se mantengan vivas. Con esa responsabilidad global, además, creo que se le hace un placaje a esa intolerancia que utiliza las lenguas como arma arrojadiza hacia el diferente. Venga la cosa de donde venga. No entiendo la manía de algunos hacia el euskera, igual que no entiendo la manía de otros hacia el castellano, anteponiendo la lengua del imperio. Cosas de las intolerancias, que no alergias.
Recientemente se hacía eco El Diario Vasco de un interesante proyecto que ha concluido en un amplio documental de seis episodios coproducido por las asociaciones culturales bilbaínas Idiazabal-Mendebalde y Zenbat Gara, Euskara Jendea: Erromako imperioan. Como reseñaba el diario, los vascones y otras tribus del territorio vascoparlante (várdulos, aquitanos…) no vivieron ajenos a los romanos, ni a su organización social, ni a su idioma, ni a su cultura. Es más, los autóctonos entraron en el sistema, un sistema que funcionaba en latín.
Y también para los habitantes de esta zona, ser romano no era un derecho, sino un privilegio. De hecho el Imperio reclutó tropas auxiliares de todas partes. También hubo cohortes de várdulos, aquitanos o vascones. Gentes que tras veinticinco años de servicio obtenían la ciudadanía romana y que eran recompensados con algún territorio en el que asentarse.
Estos territorios llevarían el sufijo “anus”, que tras una desviación causada por el euskera se convirtió en los conocidos toponímicos “ain”, “in” o “ano”. Así: Belaskoain (Belaskoanus, “tierra de Velasco”); Andoain, Guendulain… Hubo fusiones porque las lenguas son algo vivo. Así, palabras como “olio”, es claramente latina, “aceite”; o “piku”, “higo”. El enigma que destaca el lingüista Koldo Mitxelena, es cómo sobrevivió el euskera. Otras lenguas vecinas como las celtibéricas desaparecieron, o la tartésica o la ibérica, pero el euskera sobrevivió…
En la web de Euskara Jendea quieren acabar argumentando con pruebas históricas con creencias como que estos territorios estaban aislados, sin civilizar, que su lengua era pura y su cultura singular.
Un trabajo lleno de investigación, rigor histórico y algún misterio sin resolver.
Si has llegado hasta aquí… Eskerrik asko!

EUSKARA JENDEA · TRAILERRA from Euskarajendea.com on Vimeo.

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