Revista Insólito

El entierro prematuro

Publicado el 24 septiembre 2010 por Monpalentina @FFroi
El entierro prematuro
Liang Jinshi, un diabético de 40 años, fue dado por muerto por el equipo médico que le atendía y enterrado dos días más tarde, según informó el diario "China Daily". Pasada la ceremonia, su esposa acudió al cementerio y, en medio del sepulcral silencio, comenzó a escuchar la voz de su esposo. Los médicos aclararon después que se trataba de un caso de catalepsia. El suceso tuvo lugar en Junio de 2006 en el condado de Tengxian, en la región autónoma china de Guangxi

La catalepsiaEs un estado nervioso patológico en el que se suspenden las sensaciones y se inmoviliza el cuerpo en cualquier postura. Ello ha provocado en el pasado el enterramiento de muchas personas aún con vida, fenómeno que retrató el escritor estadounidense Edgar Allan Poe en su relato "El entierro prematuro".Un ataque de catalepsia puede durar un par de horas, pero en casos muy excepcionales puede demorar más tiempo. Las causas de esta extraña enfermedad pueden ser por mal del Parkinson, epilepsia o por efectos de la cocaína y esquizofrenia, entre otros. Una persona sana no corre riesgos de sufrirla.Métodos para evitarlo. Ataúd inteligente

  • Antiguamente, en algunos cementerios europeos se habilitó una campana al lado de la sepultura para que quienes erroneamente fuesen dados por muertos, pudieran hacerla sonar desde su ataud.
  • Desde el siglo XVII se popularizaron en diversos países de Europa los llamados "hospitales" o "casas de muertos", lugares alrededor de las grandes ciudades donde se dejaban los cadáveres hasta que se descomponían.
  • Pero para los que no confían en los procedimientos médicos sobre la comprobación de la muerte, el cementerio "Camino a Canaán" hace un tiempo vendía un ataúd con sensores que detectan cualquier movimiento en su interior. La idea nació de uno de los dueños del cementerio, César Contreras, porque según ellos, contrario a todo lo que se dice, en algunas exhumaciones se encontraban con ataúdes golpeados por dentro y que daban cuenta de casos de catalepsia.
Los enterrados vivos: Angustia bajo tierraEl mago de la literatura de terror, Edgar Allan Poe (1809-1849), relató en “El entierro prematuro”, el horror de ser enterrado vivo: “La insoportable opresión de los pulmones, las emanaciones sofocantes de la tierra húmeda, la mortaja que se adhiere, el rígido abrazo de la estrecha morada, la oscuridad de la noche absoluta, el silencio como un mar que abruma, la invisible pero palpable presencia del gusano vencedor; estas cosas, junto con los deseos del aire y de la hierba que crecen arriba, con el recuerdo de los queridos amigos que volarían a salvarnos si se enteraran de nuestro destino, y la conciencia de que nunca podrán saberlo, de que nuestra suerte irremediable es la de los muertos de verdad… Estas consideraciones, digo, llevan el corazón aún palpitante a un grado de espantoso e insoportable horror ante el cual la imaginación más audaz retrocede. No conocemos nada tan angustioso en la Tierra, no podemos imaginar nada tan horrible en los dominios del más profundo Infierno”.Victorine LafourcadeUno de los casos más conocidos de catalepsia es el de la francesa Victorine Lafourcade, casada con un poderoso banquero. Julien Bossuet, un humilde escritor parisino, enamorado de la joven, acudió a llorar su pérdida. Llevado por el dolor, cuentan que desenterró el ataud de la fallecida con el propósito de abrazarla y entonces se dio cuenta de que aún vivía, historia de amor que recoge Poe en su "Entierro prematuro".Rufina CambaceresEn el cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires (Argentina), una escultura inmortaliza la triste historia de Rufina Cambaceres, hija del conocido escritor argentino Eugenio Cambaceres (1843-1889) y de la bailarina italiana Luisa Baccichi. Días después de su repentina muerte, un macabro anuncio sobrecogía a la familia: su tumba había sido profanada. Aunque la versión oficial apuntó a un posible robo, los arañazos y los golpes en las paredes interiores del féretro revelaron que Rufina no estaba muerta cuando la enterraron. La madre vivió el resto de sus días con la certeza de que su hija había sido enterrada viva, y mandó colocar en el camposanto una significativa estatua que representaba a una mano aferrada a una verja.Otros casos similaresOcurrió en Santa Cruz, Bolivia, en el funeral de una niña de tres años. Una vecina de ésta se percató que la menor no había fallecido, sino que se encontraba viva. La supuesta muerta aún respiraba y tenía pulso cardíaco, por lo que la mujer decidió llevarla al centro médico más cercano, situado en la localidad de Warnes, donde se comprobó que la pequeña estaba con vida.Las autoridades militares de EEUU reconocieron en un comunicado que el cuatro por ciento de los soldados norteamericanos fallecidos en la guerra de Vietnam podían haber sido enterrados vivos. Sus maltratados ataúdes así lo atestiguaban.FuentesEFEMundo misterioenterrado vivoImagen: drsward


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