“Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público“ Enrique Tierno Galván (Alcalde de Madrid)
Coches y avenidas amplias
Un aspecto del que nunca he hablado en el cafelito es el del urbanismo y las ciudades. Mi abuelo, la persona honrada del post de la semana pasada, era delineante, y aunque mi trayectoria profesional no ha tenido nada que ver con esto, sí que me dejó un poso de gusto por la arquitectura y cómo se organizan las ciudades.
Hace unos días, tuve la oportunidad de asistir a una fiesta de cumpleaños a la que habían invitado a mi hija. Ni que decir tiene que ella se lo pasó fenomenal, y a mi me permitió descubrir lo que creo que sería la vivienda ideal. Pero antes de contaros cómo era, me gustaría compartir con vosotros unas reflexiones sobre la forma en la que vivimos en Madrid, y que creo que extensible a muchas otra ciudades de España y del Mundo.
Vivo en Sanchinarro, un barrio relativamente nuevo de la zona norte de Madrid. Estos comentarios en twitter os pueden dar una idea:
Son solo un par de opiniones. La primera es de una persona que vive en mi barrio, y la segunda de alguien que lo conoce desde fuera, pero uno se pregunta, ¿son sólo un par de opiniones aisladas o reflejan el pensar de más gente? Mi impresión es que estas opiniones son comunes. Y esto nos lleva a la siguiente pregunta, si esto es así, ¿por qué estamos construyendo barrios en nuestras ciudades que NO NOS GUSTAN?
Muchas veces he pensado que somo simples Sims en manos de los gestores. Que hay personas que manejan un juego de ordenador en el que deciden, en función de sus preferencias, dónde poner un parque, dónde una calle, etc…
Sanchinarro, como muchos de los nuevos PAU (Plan de Acción Urbanística) de Madrid, son diseñados sobre plano, especificando zonas y luego vendiendo parcelas. El problema es que cuando se diseñaron estos barrios es que no hay normas sobre qué tipo de edificios se tienen que construir, y esto es clave para saber cómo va a funcionar luego el barrio.
Por ejemplo, gran parte de las viviendas del barrio son parcelas cerradas con piscina y zona interior, que no dejan espacio para locales comerciales. Y esto modifica mucho la forma de vida del barrio. Ojo, no digo que sea necesariamente menos social, porque los patios interiores promueven mucho la intercomunicación entre vecinos, sobre todo si tienes niños o perros, pero sí que hace que la vida fuera de tu casa sea más pobre en cuanto a comercios, oficinas o pequeñas empresas.
Un caso trágico es el de este edificio:
Este edificio se llama celosía, y lo que podéis ver en la fotografía de arriba es un local comercial tapiado, ¿por qué? Pues porque el edificio fue diseñado como una gran plaza abierta, su diseño estaba previsto para que fuera colocado en una zona llana, de forma que se pudiera pasear por el interior, y de esta forma poder incluir locales comerciales. La realidad, que la parcela que le tocó en Sanchinarro estaba en cuesta. Por este motivo se tuvo que hacer un talud de tierra, que impide usar los locales, y lo que es peor, como ya no tienen sentido, todo el perímetro del edificio está vallado. Es decir, lo que podría haber sido un lugar con vida interior para todo el barrio, se quedó en nada.
En general, todos los nuevos barrios cuentan con avenidas muy grandes y amplios espacios, iba a decir verdes, pero la jardinería deja mucho que desear. Además, al pincharse la burbuja inmobiliaria, muchas parcelas quedaron sin urbanizar y se han convertido en eriales que afean bastaste el paisaje. A esto supongo que se suma, el enorme costo de mantenimiento en jardinería que tienen todos estos espacios “verdes”.
Luego está la cuestión ambiental. Todos estos nuevos bloques tienen un consumo energético enorme. Agua para las piscinas, para los jardines interiores, para las calefacciones. A todo esto tenemos que añadir que al estar los edificios tan separados, hay pocas sombras, y los pocos árboles existentes son muy jóvenes (aunque crecieran seguiría faltando sombra). Todo esto hace que los aires acondicionados sean habituales, lo cual agrava aún más el problema. Porque expulsan el calor de las casas, y lo comparten con todos los vecinos.
Hace algún tiempo estuve en Hervás, un precioso pueblo de Extremadrua, que mantiene casi intacta la última judería que existió en España. Su diseño es justo el contrario para defenderse del calor. Casas de paredes blancas, calles estrechas…
Mi vivienda ideal
Y vuelvo al principio. No podemos pensar en un modelo como el de Hervás para una ciudad como Madrid, pero sí que se pueden hacer cosas interesantes. Por ejemplo esta:
Casas de bloques con zona común
Se trata de un grupo de viviendas unifamiliares cuyo diseño creo que es perfecto para las familias. La casa está organizada en torno a un patio central abierto al cielo (ver), y la entrada está a pie de calle, y se comparte con las demás viviendas. Ni que decir tiene que es el paraíso para los niños. Pueden salir de la casa sin problema y compartir juegos con los demás niños de la urbanización sin peligro.
Las zonas verdes interiores, están mas limitadas, y además cuentan con placas solares. Hay zonas verdes, que algunos vecinos han usado para plantar verduras. A mi es un modelo que me parece ideal, pero que presenta algunas pegas, por ejemplo de uso del suelo. También tienen el problema de los locales comerciales, pero también sería factible crear espacios para ellos, dentro del mismo complejo que miraran a la calle. Pero lo que está claro es que hace que sea más fácil cuidar a los niños en la sociedad actual.
Por otro lado, y dada la perspectiva del peak oil que se nos avecina, empiezo a pensar que cada vez tendremos que ir siendo más locales para algunas cosas, entre ellas, para disponer de algunos alimentos, y el hecho de que los espacios interiores de las comunidades de vecinos puedan ser pequeños huertos urbanos, me parece una buena idea.
Desgraciadamente estas casas están muy lejos, como todos los nuevos barrios, de los centros de trabajo del centro de las ciudades. Para que todo fuera más sostenible, se me antoja imprescindible centros de trabajo comunes y deslocalizados que estuvieran en estos mismos barrios. Por otro lado, habría que pensar qué hacer con todas esas parcelas que están sin construir y que tal y como están las cosas, seguirán así por mucho tiempo. Quizá pueden volver a usarse para fines agrícolas y ganaderos, o para generar energía solar/eólica, pero algo habrá que hacer.
¿Qué os parecen estas casas? ¿Y los nuevos barrios de las ciudades?
photo by: mirwav