Séikilos vivía con su esposa Euterpe en Tralles, ciudad situada en Asia Menor, a unos treinta kilómetros de la populosa ciudad de Éfeso. Disponía de una importante fortuna y por lo tanto podía dedicarse al estudio de las artes, entre las que destacaba el de la música, algo que todo griego educado debía conocer.
Si quieres leer el artículo mas tarde, descárgatelo en PDF y léelo cuando te plazca: Descárgalo Aquí
Pero Euterpe murió joven y Séikilos quedó inconsolable, no quería que el recuerdo de Euterpe desapareciera para siempre, así que mandó construir una hermosa tumba y puso una estela en su cabecera: era una columna de mármol veteada en gris que llevaba cincelada unas palabras en griego. Los años pasaron, la tumba se cubrió de tierra y aquel cementerio cayó en el olvido.
El epitafio de Séikilos
En 1883 un escocés llegó a Turquía con una expedición arqueológica, su nombre era William Ramsay y era profesor de química en el Colegio Universitario de Bristol. Pero aparte de ser un brillante químico le atraía el estudio del mundo antiguo y era un apasionado de la arqueología , habló con sus amigos de la expedición y le permitieron que les acompañara, fue él el que descubrió la tumba y la extraña columna con dos tipos de escritura: una línea superior donde solo había mayúsculas que no parecían tener ningún sentido y una línea inferior con una escritura convencional que pudieron leer fácilmente .
Cuando los arqueólogos la estudiaron a fondo se llevaron una sorpresa mayúscula: ¡aquella columna tenía escrita una canción y su partitura musical! Era la primera melodía completa más antigua conocida de la antigüedad , su datación se situaba sobre el año 100 D.C.
Desde luego que en 1950 los arqueólogos habían descubierto en Ugarit unas tablillas de arcilla mucho más antiguas con escritura cuneiforme que podrían corresponder a notas musicales, como el Himno a Nikkal, la diosa de las frutas y la fertilidad, pero eran fragmentos musicales incompletos y difíciles de interpretar, sin embargo el Epitafio de Séikilos podía ser interpretado en su totalidad y sin la menor duda sobre su melodía.
Aunque en aquellos tiempos los arqueólogos franceses, ingleses o italianos se llevaran la mayor parte de sus descubrimientos a su país, Ramsay dejó la columna en el Museo de Esmirna, consciente de su importancia.
Ramsay volvió a Escocia y más tarde se trasladó a Londres, en 1904 recibió el premio Nobel por el descubrimiento de los componentes del aire y su situación en la Tabla periódica de los elementos.
Ramsay descubrió en total cinco gases nobles : el argón ( su nombre significa perezoso porque no reaccionaba) el helio, el kriptón, el xenón y el neón.
Después se dedicó a estudiar con igual éxito la radioactividad, en 1910 aisló el radón y en 1916, como era lógico, murió de cáncer, lo mismo que madame Curie, nadie sabía entonces el peligro que implicaban las radiaciones.
Los griegos se habían alineado junto a los ingleses en la primera guerra mundial porque les prometieron que todo el territorio en manos de los turcos que anteriormente había sido griego sería para ellos, pero una vez ganada la guerra los ingleses se desentendieron de sus aliados y Ataturk, que a pesar de haber sido derrotado tenía un ejército superior al griego, llevó a cabo una larga guerra contra ellos, el imperio otomano había perdido todos sus territorios en Europa y parte de Mesopotamia, tenía que defender Anatolia.
La guerra duró tres años, el veinte por ciento de los hombres de Anatolia murieron en el conflicto y los griegos se rindieron, Esmirna fue prácticamente reducida a cenizas, el museo saqueado y la columna desapareció.
Años después otro arqueólogo descubrió la columna en el patio de una casa particular, la mujer la usaba como pedestal para una maceta, estaba rota en su parte superior y en su base y parte de la ultima estrofa se había perdido, esta vez su descubridor fue menos honesto que Ramsay pero mucho más cauto y se llevó su trofeo al Museo Nacional de Dinamarca en Copenhague donde se puede visitar.
El prólogo comienza diciendo:
“ Soy una imagen de piedra
Séikilos me pone aquí
Donde estaré por siempre
En señal de eterno recuerdo.”
La melodía que está escrita en modo frigio dice:
“Mientras vivas, brilla.
No sufras por nada en exceso.
Porque la vida dura poco
Y el tiempo exige su tributo.”
La música se puede escuchar fácilmente en You Tube buscando “ Epitafio de Séikilos”
Autor: Tino Collantes Obiol para revistadehistoria.es
¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí
Si quieres leer el artículo mas tarde, descárgatelo en PDF y léelo cuando te plazca: Descárgalo Aquí
¿Nos invitas a un café?
Si quieres donar el importe de un café y “Adoptar un Historiador”, incluiremos tu nombre como agradecimiento en calidad de mecenas en un Artículo Histórico, puedes hacerlo Aquí:
También puedes apoyarnos compartiendo este artículo en las redes sociales o dándote de alta en nuestro selecto boletín gratuito:
Déjanos tu Email y te avisaremos cuando haya un nuevo Artículo Histórico
Bibliografía:
1- LA MUSICA EN LA EDUCACION DE LA ANTIGUA GRECIA. HISTORIA DE LA MÚSICA.
2- EL AULA MUSICAL DE ADRIANA. LA EDUCACION MUSICAL EN LA ANTIGÜEDAD CLASICA
3- EDUCACIÓN MUSICAL. LA MUSICA EN GRECIA.
4- LA PASIÓN GRIEGA. LA MUSICA EN LA ANTIGUA GRECIA
5- EL EPITAFIO DE SÉIKILOS. HISTORIA DE LA MUSICA.
6- CANTO GREGORIANO: MUSICA PARA ENCONTRAR LA PAZ.
Parte imagen portada:
De Nationalmuseets fotograf – Nationalmuseet, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23255222
By Nationalmuseets fotograf – Nationalmuseet, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23255221
La entrada El epitafio de Séikilos, el descubrimiento de un premio Nobel se publicó primero en Revista de Historia.