Seguro que lo has pensado alguna vez, el equipazo que tendría Yugoslavia si todavía existiera. Italia 90, el mundial que vio por última vez a una selección de Yugoslavia como tal. La terrible guerra que azotó a los Balcanes a principios de los 90, se cobró una alta factura en vidas humanas.
El conflicto, aparte de numerosas bajas civiles e incontables destrozos materiales en las ciudades afectadas, ocasionó también una división de la zona en múltiples países. Así, la extinta Yugoslavia daba paso a Serbia, Montenegro, Macedonia, Croacia, Bosnia, Eslovenia y pese a no estar reconocida por Naciones Unidas y haber tenido su propia guerra también a finales de los 90, Kosovo.
A nivel deportivo, costó que pese a haberse clasificado para la Euro de 1992, fueran descalificados lo que propició la entrada de Dinamarca al torneo y que a la postre, iba a resultar campeona del torneo. Tras el fin de la Guerra de los Balcanes, todas las ex naciones que conformaban el territorio yugoslavo, pasaron a tener sus propias selecciones, incluso y pese a no ser oficial, los kosovares ya en este siglo.
La última vez que se vio a Yugoslavia como equipo en un Mundial
Aquella selección que acudió a Italia 90 reunía entre otros a jugadores como Robert Prosinecki, Pedja Mijatovic, Davor Suker, Boban o Savicevic entre muchos otros, algo que sólo unos pocos años después, ya sería imposible. Aquel equipo que por cierto, eliminó a España, fue el último combinado de Yugoslavia que se vio en un Mundial.
Tras la ausencia en USA 94 por la guerra, pudimos ver en Francia 98 la primera selección de Croacia que iba a quedar cuarta en aquel torneo. Curiosamente 20 años después, iba a quedar subcampeona ante los franceses en Rusia 2018.
El equipazo que tendría Yugoslavia hoy en día si no se hubiera separado
Oblak y Handanovic (Eslovenia), Dmitrović, Subotic, Maksimovic, Kolarov, Tadic, Mitrovic, Lukic, Ljajić, Matic, Milinkovic-Savic, Jovic e Ivanovic (Serbia), Perisic, Modric, Pasalic ,Rakitic, Srna, Lovren, Kovacic, Halilovic y Mandzukic (Croacia), Savic, Jovetic y Vucinic (Montenegro), Dzeko, Prcic y Pjanic (Bosnia), Pandev, Alioski y Bardhi (Macedonia) entre muchos otros jugadores competitivos.
Y es que el jugador balcánico siempre ha tenido un perfil muy apetecible en el fútbol europeo por su fácil adaptación y aprendizaje del idioma y por caracterizarse por ser jugadores técnicos y finos estilistas con el balón. Como siempre la política y otros temas sociales y por supuesto étnicos, influyen pero no me digan que por un momento no se han imaginado una selección yugoslava. Seguro que sería un gusto verla jugar.