En la extraña temporada 2019-2020 los Dallas Mavericks, pusieron sobre la cancha un quinteto de dimensiones extraordinarias, aunque no al nivel del que a día de hoy mantiene el record del quinteto inicial más alto de la NBA. El 6 de agosto de 2020, en el partido que enfrentó a Los Angeles Clippers frente a los Dallas Mavericks en La Burbuja, el equipo de Texas formó inicialmente con Luka Doncic (2.01 m), Dorian Finney-Smith (2.01 m), Tim Hardaway (1.96 m), Kristaps Porzingis (2.21 m) y Boban Marjanovic (2.24 m), poniendo sobre la cancha una altura media de sus jugadores de 2.086 m.
La diferencia de altura entre este equipo y el segundo mayor de la historia, los Pacers de Reggie Miller y Rik Smits de 1997, apenas fue de 2 centímetros (1045 Pacers por 1043 de los Mavericks), mientras que se quedó a 9 centímetros de los propios Mavericks de 1999 que son los que tienen el record con 1052 centímetros (media de 2.104 m).
Lo más curioso de la situación es que realmente los Mavericks 2019-2020 podrían haber batido el record de los Mavericks de Shawn Bradley y de Dirk Nowitzki de la temporada 1998-1999.
Si los Mavericks hubieran formado con Doncic (2.01 m), Dorian Finney-Smith (2.01 m),), Porzingis (2.21 m), Marjanovic (2.24 m) y Maxi Kleber (2.08 m), en vez con Tim Hardaway (1.96 m), se habrían ido hasta los 2.11 metros de media.
En centímetros, los posibles 1055 acumulados de los Mavericks de la burbuja, hubieran superado a los 1052 de los Mavericks de 1999. De hecho, formar con Kleber o Porzingis de alero o ala pivot y dejar a Marjanovic como pivot hubiera sido una alternativa perfectamente real.
La evolución genética del ser humano hará que este record de 1999 sea superado en un tiempo no muy lejano porque los jugadores son cada vez de mayor tamaño y movilidad.
Ni el small ball podrá detener que cada vez los equipos sean más altos en la NBA, porque si puedes tener la ventaja de tener un jugador de 2.11 m tirando, pasando y corriendo la cancha como uno de 1.98 m... ¿para qué te vas a quedar con el más bajo?
Sin duda ninguna, cuestión de tiempo.