Revista Cultura y Ocio
(Pavesas de Pavese)
Sucedió que una noche en que quería
escribir la oración de un ermitaño
para ilustrar ese proceso extraño
que es toda conversión, iba y venía de la idea al papel, mas no podía
atrapar con palabras ni el huraño
sonido de su voz ni el desengaño
que tenía por toda compañía. Desesperaba ya —Deus non sum dignus—
de poder encontrar una salida
que a su empeño viniera a dar remate, cuando vio, con horror, que aquellos signos
dibujaban el rostro del suicida
con el color... delle felci bruciate.