El ERP, una gran ayuda para obtener la certificación ISO (Parte II)

En la primera parte de este artículo explicamos que son los certificados ISO y que ventajas nos ofrecen dentro de la situación actual del mercado y expandir el negocio tanto a nivel nacional como internacional. Ahora analizaremos que beneficios obtendremos gracias a la integración de un ERP con el objetivo de conseguir una certificación ISO.

Un factor muy importante es la similitud entre un ERP y una certificación ISO

Una de las características comunes más interesantes y que nos hizo plantearnos realizar este artículo es la estandarización presente en ambos que les permite adaptarse a cualquier empresa y adaptarse entre ellos.

Ambas requieren de la ayuda de un consultor para llevarlo a cabo, sin embargo, si se va a realizar una inversión extra para asesorar la operación del sistema, se recomienda que sea un Consultor de ERP, ya que para poder obtener el certificado es necesario que tener un control de la empresa que te ofrece el ERP. Una vez implantado el ERP, los tiempos y el costo del certificado se verán reducidos.

Beneficios de la implementación de un ERP + ISO

Los principales factores que determinan el costo de la certificación son: el tiempo de auditoría, la estructura organizacional, turnos de trabajo, sedes a certificar, número de trabajadores, número de procesos, etc. Con la integración de un ERP se cubren las necesidades de control y optimización de estos factores. Se registran todos los empleados, sus turnos de trabajo, ubicaciones de la empresa y se definen los procesos de la organización. Además, se reduciría de forma muy notable el tiempo de auditoría gracias a la sincronización y optimización del sistema.

Con la implantación del ERP, sin tener en cuenta la certificación ISO, la empresa comenzará a ver reflejados beneficios. La automatización de procesos, característica de cualquier software de gestión, y la disminución de duplicidades harán que las labores de los empleados se vean reducidas. La reducción del papeleo también será visible desde un primer momento, ya que los registros, documentos, procesos y procedimientos estarán digitalizados y se podrán manejar de forma electrónica sólo cuando sea necesario.

Los expertos recomiendan que hasta que no esté integrado el ERP y las principales operaciones de la empresa estén controladas por él no se debe empezar con la certificación. De esta forma, sólo se requerirá hacer una revisión para verificar que todos los procesos de negocio se ajusten a los estándares solicitados por la norma ISO correspondiente.

Conclusión

En la situación actual, con un mundo cada vez más globalizado, sólo las empresas bien estructuradas y con un control total de sus recursos pueden sobrevivir. La competencia es cada día más grande y el cambio es constante, por lo que los negocios deben tener un sistema de gestión que se adapte a este entorno.

Existen herramientas a nivel tecnológico que pueden ayudar a las empresas a lograr sus objetivos, sólo dependerá de sus ganas de mejorar su nivel de competitividad, calidad y esfuerzo para invertir en herramientas tecnológicas que faciliten sus operaciones. Estas herramientas unidas a certificaciones ISO facilitan las operaciones de la empresa y su expansión.