“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las escrituras y el poder de Dios (Mateo 22:29)”
Los mensajes actuales de prosperidad y ofertas generalizadas de las necesidades de la gente, son moneda frecuente en nuestros púlpitos.
Es cierto que el Señor promete beneficios sobre nuestras vidas, pero no lo hace como cosa que deba ser exigida ni “reclamada” en oración.
Las cuestiones materiales y relacionadas a nuestro sustento diario, llegarán a nuestras vidas como consecuencia de hacer lo correcto y justo delante de Dios.
Muchos valoran el estado espiritual de un hermano, líder o pastor, de acuerdo a las “bendiciones” materiales que ha alcanzado.
Por cierta lógica (cuya raíz es más diabólica que santa y que está fuertemente arraigada en las mentes materialistas) se juzga “espiritual” a un hombre por poseer cierto status social y nivel económico, el cual se relaciona erróneamente con una especie de beneplácito de Dios que ha funcionado como generador de dicho “status” por los servicios prestados a Su obra.
Ese modo de ver el evangelio es una herejía lisa y llana.
De hecho, los que fomentan tales ideas, viven buscando textos bíblicos que amparen su postura, desechando el conjunto del mensaje de Dios.
El Señor nos alerta:
“la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee“. (Lucas 12:15)
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas“. (Mateo 6:33)
Lo que debemos buscar es en primer lugar el reino de Dios y su justicia. Las cosas que serán añadidas, debemos “desatenderlas”, dado que Dios se encargará de suplirlas cuando sea necesario.
¿Acaso nos dice Jesús que debemos preocuparnos por alguna de las añadiduras? ¿Nos alienta a vociferar en tono de exigencia al Padre para que nos sustente?
NO !!!
Nos enseña a olvidar estas cosas en Sus manos, ya que Él se ocupará de ellas.
Nuestra responsabilidad es otra, a saber: Estar atentos y responder al llamado de Dios a cada momento en el que se requiera nuestra participación en este mundo para dar a conocer el Evangelio a toda criatura.
Para lo demás, Dios nos será suficiente.
Que el Señor te bendiga !!!