Luis Zueco, es un escritor zaragozano de novela histórica que ya he reseñado antes -' El cirujano de almas ' y 'El mercader de libros'- y al que sigo leyendo con pasión porque sus libros están muy bien escritos y documentados.
Esta Navidad me he decantado por una de sus primeras novelas, 'El escalón 33', publicada en el año 2012, donde el autor pone de manifiesto sus vastos conocimientos sobre la historia medieval, el arte románico y, especialmente, su amor por la castellología. No en vano Luis Zueco es miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, además de director del Castillo de Grisel, una fortaleza medieval convertida en hotel con encanto y copartícipe de la restauración del Castillo-Palacio de Bulbuente.
Pero, curiosamente, tan extensa especialización juega en contra, a mi juicio, en el desarrollo de este thriller muy prolijo en detalles, lo que convierte a la novela casi en un tratado de historia, y ello puede resultar tedioso para algunos lectores.
Os hago un pequeño resumen. Silvia Rubio, trabaja en la Biblioteca Nacional como restauradora de libros. Un día compra en ebay un libro de 1840 sobre los amoríos de Quevedo y descubre que sus tapas esconden las hojas de un libro antiguo de escritura cortesana correspondientes a los siglos XIV o XV. Se trata, concretamente, de seis párrafos con siete extraños símbolos, y cada párrafo es una especie de código o adivinanza relacionada con un castillo.
Intrigada por tal descubrimiento, recurre a Alex Laperte, un locutor readiofónico experto en castillos. Juntos habrán de emprender su aventura particular en la búsqueda unas marcas de cantero dejadas por las logias de constructores medievales como parte de un secreto ancestral.
Así paso a paso, el autor nos ira presentando los castillos de Calatrava la Nueva, en Ciudad Real; San Martín de Montalbán, en Toledo; Alcántara, en Cáceres; Alcalá de Xibert, en Castellón; Clavijo, en la Rioja; Avis, en Portugal.; y finalmente, Mora de Rubielos, en Teruel. Todos ellos pertenecientes a distintas órdenes militares: Calatrava, Templarios, Alcántara, Montesa, Santiago, Avis y San Juan.
Junto a estos dos personajes principales, nos encontramos con Alfred Llul, un magnate obsesionado con el manuscrito encontrado y sus colaboradores Edgar Svak -un ladrón experto en simbología medieval- y Margot -una bella mujer, de extraña vida-.
Pero 'El escalón 33' tiene también otra característica. Es muy descriptivo con la arquitectura madrileña y su gastronomía y para ello el autor se sirve de las amigas de nuestra protagonista, Marta, Vicky, con las que mantiene un ritual, pues cada jueves una de ellas propone un restaurante especial para, al final, elegir el mejor del mes.
Si quieres hacerte con un ejemplar lo puedes hacer desde el siguiente enlace: El escalón 33