Hay libros de los que te gusta y te atrae mas su historia, como nacieron, donde aparecieron o el como llegaron a ti que la propia historia que narran. Libros que te pueden gustar mas, menos o que te resulten indiferentes pero que tienen su propio camino.
Nunca había oído habla de "El escondite" de Trezza Azzopardi y sin embargo estoy segura de que estábamos destinados ha encontrarnos.
Lo estoy primero por el lugar en que nos conocimos, uno de esos lugares que a cualquier lector y amantes de los libros le parecerá el mejor para una primera cita a ciegas: Cuesta de Moyano, en Madrid. El sitio, durante mucho tiempo pendiente en mi lista de cosas por hacer en alguna visita a la capital, es digno de una entrada única y exclusiva para él en este blog que espero algún día poder hacer. De adelanto solo lo recomendaré con el mayor de los énfasis para pasar un buen puñado de horas entre sus montañas de libros y olvidarse de que estas en una ciudad como es Madrid.
El caso es que buscaba sin saber que, algún título que llevarme como recuerdo de mi primera (que no única) incursión en este pequeño país de las maravillas literarias. Hojeaba y miraba algún que otro libro pero ninguno era.... y de repente lo vi.
Un ejemplar en buen estado pero con signos de haber vivido. Páginas ligeramente ocres, portada sin el brillo ni la tersura de los recién nacidos. Un libro que ha tenido otra historia. Y esa portada que ya tenia algo de magia. "La madre migrante" de Dorothea Lange. Una foto que me ha gustado desde siempre por su intensidad elegante, sin estridencias, un dolor tan sutil que ya no parece ni dolor. Cuando comencé a leer el argumento... "lo comparan con "Las cenizas de Ángel" de Fran McCourth" ¿Podía ser cierto? Uno de mis libros de cabecera desde hace años, de mi lista de imprescindibles... Sin apenas seguir leyendo estaba decidido. 7 Euros. ¿Que más podía pedir? Podía pedir que cuando se lo conté a mi hada madrina de libros me dijera: "Si, no lo he leído pero lo conozco. Tiene muy buenas criticas". Bingo. "El escondite" y yo nos habíamos conocido.
Trezza Azzopardi narra en primera persona los recuerdos de Dolores, Dol, durante su infancia dentro de una familia de la comunidad maltesa en los bajos fondos de Gales. Junto a sus 5 hermanas mayores, vive con su padre, un jugador, pendenciero y violento y su madre, una mujer abrumada por la pobreza y la falta de ayuda de su marido lo que hace que la vida se le haga grande.
Pero "El escondite" no es la historia de una familia sin más. Desde el actual momento, con el aviso de la muerte de su madre, Dol rememora su infancia treinta años atrás abriendo así el cajón de los recuerdos, mostrándolos primeros con su visión infantil e inocente para ir descubriendo a través de los encuentros con sus hermanas y con el barrio donde vivió la cruel realidad en la que se crió.
Se nota que la autora conoce el ambiente que descubre ya que ella misma nació en los 60 en Cardiff, aunque deja claro que no es una autobiografía, lo que hace que la historia se te pegue a la piel como la suciedad de las calles del barrio, que el ambiente festivo aunque impostado de licores y prostitutas del Moonligth resuene y que el gris de la casa de Dol aparezca ante tus ojos mientras lo lees. Las descripciones son fabulosas sin resultar pesadas al igual que los diálogos, cortos y concisos pero con una gran carga detrás donde se intuye lo que no se dice.
Tras acabar "El escondite" me ha quedado la sensación de no haber leído todo, de haberme dejado entre lineas situaciones, por lo que no descarto la posibilidad de releerlo ya que, en la segunda parte del libro donde la Dol ya adulta se encuentra con sus hermanas, los recuerdos se van destapando y la primera parte del libro adquiere matices más claros con los que la historia termina de verse más nítida.
La pobreza, la mano de la mafia, las desgracias acumulada, las relaciones familiares en entornos hostiles,la infancia perdida.... Desde un drama sutil que solo al final se dibuja del todo (o casi porque no llegan a describirse pero si que el lector tiene todos los datos para conocerlo) Azzopardi habla de la memoria y de las herramientas del ser humano para protegerse.
Este es un libro de la bajada de la protagonista a los mas hondos secretos y autoengaños de su mente, de los recuerdos que van asomando entre las grietas y del dolor oculto.
Un libro para leer con los cinco sentidos puestos en él.