El Escultor José Miguel Abril ofrece al Ayuntamiento de Madrid el busto de Mandela en el que trabaja

• Muestra el dolor de un hombre preocupado por la paz y la reconciliación y marcado por los conflictos armados, y tratará de recordar, desde el corazón de Madrid, que todos debemos actuar cada día contra la opresión

• Desde su pedestal enviará al mundo el mensaje más poderoso: que no se debe permitir que una injusticia se imponga en ningún país

• El material elegido, un bloque de piedra arenisca verde, refleja para el artista toda la fuerza de Sudáfrica

• El escultor ha ofrecido al Ayuntamiento la posibilidad de que su escultura del expresidente surafricano pueda instalarse en la plaza de Nelson Mandela que aprobó la capital y que se ubicará en el barrio de Lavapiés

El reciente fallecimiento del expresidente surafricano y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, y la necesidad de mantener su legado vivo, han animado al escultor español José Miguel Abril, a trabajar desde el pasado día 10 de diciembre en un busto de Mandela que ha ofrecido al Ayuntamiento de Madrid para que la instale en la plaza que llevará el nombre del expresidente surafricano. El pleno del Ayuntamiento aprobó el pasado día 20 de enero dar el nombre de Mandela a una plaza del barrio de Lavapiés.

Una escultura que muestra el dolor de un hombre preocupado por la paz y la reconciliación y marcado por los conflictos armados, y que trata de recordar cada día, desde el corazón de la Capital, que todos debemos actuar contra la opresión.

La escultura de 35 x 35 x 60 cm, creada en un bloque de piedra arenisca, atrapa en el material toda la fuerza de Sudáfrica, un país que ha sido capaz de luchar contra el “apartheid” y conseguir que millones de personas sean libres en la actualidad, una tierra que es símbolo de esperanza y de unión para el resto de países.

Plaza Nelson Mandela en Lavapiés

El escultor quiere poner su obra al servicio del Ayuntamiento de Madrid, con el fin de que éste la ubique en la plaza que llevará el nombre del exdirigente surafricano en el barrio de Lavapiés, tal y como aprobaron los representantes municipales el pasado 20 de enero.

Para el escultor José Miguel Abril, “esta estatua es un símbolo de esperanza con el que pretendo trasladar al mundo el legado más importante que nos dejo Mandela: la necesidad de defender cada día los derechos fundamentales de los pueblos y su dignidad, independientemente de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad”

Un gran reto profesional

El artista español confiesa que este proyecto es el mayor de sus retos profesionales. Con obra propia en museos y galerías de Nueva York, Berlín, París, La Haya, Madrid o Barcelona, la escultura de Mandela es un desafío, la fuerza de un hombre que representa el sentir de la humanidad, donde la sensación de fracaso no cabe, pero que se muestra vigilante para evitar que no exista el momento donde el desastre se imponga en nuestros pueblos.

“El proceso de trabajo ha sido muy complejo; los primeros días no salía del taller, tenía claro lo que buscaba, pero necesitaba el material y, hasta ese momento, todos eran buenos pero no el adecuado”, explica Abril.

Mandela representa la humanidad desde la fuerza que le da su pueblo, y por ese motivo fue un bloque de piedra arenisca, que atrapaba en su interior toda la fuerza de Sudáfrica, el material del que saldrá la esperanza de un pueblo, la esperanza de todos los países.

La escultura de 35 x 35 x 60 cm muestra el dolor de un hombre preocupado por la paz y la reconciliación, marcado por los conflictos armados; una obra que deja artista un poco más huérfano con cada golpe que da a la piedra, consciente que la fuerza que recibe de Mandela pronto no le pertenecerá.

Acerca de José Miguel Abril

José Miguel Abril es un escultor español nacido en Alcañiz (Teruel) en el año 1974.

El dominio de la materia se hace latente en sus esculturas, en las que la piedra, el alabastro, la terracota, la madera y el bronce se ponen al servicio de su capacidad expresiva. Sus figuras parecen modeladas con las manos y mantienen un lenguaje formal único y singular.

Su obra gira de un modo constante en torno al hombre como lugar en el cual reside la memoria, y que sufre la constante transformación vital. Su obra busca siempre la máxima expresividad, lo que le ha llevado a investigar a través de las formas figurativas y geométricas mezclando sensaciones de misterio, realismo, abstracción y cierto primitivismo.

Con obra propia en museos y galería de Nueva York, Berlín, París, La Haya, Madrid o Barcelona, la escultura de Mandela es actualmente su mayor desafío artístico.