Revista Cine

El eslabón perdido de nuestra naturaleza

Publicado el 09 abril 2012 por Mientraslees
El eslabón perdido de nuestra naturalezaUna visita guiada por las películas de El Planeta de los Simios. Photobucket¿Qué pasaría si el Ser Humano dejara de ser el Rey del Mundo? Esa es una pregunta que muchos cineastas se han hecho a lo largo del tiempo. La ciencia ficción es una de las ramas más trabajadas del cine y la literatura, pues la imaginación desbordante de sus creadores no pueden estar contenidas durante demasiado tiempo. Eso fue lo que le ocurrió a Franklin J. Schaffner cuando, por fortuita casualidad, encontró la novela del francés Pierre Boulle en su camino. Estamos hablando, lógicamente, de "El Planeta de los Simios". Hace más bien poco reseñábamos las andaduras de estos simios inteligentes por el mundo de la literatura de los años 60 y descubríamos un mundo futurista, desprovisto de la inteligencia humana sustituida por las peludas consciencias de nuestros simios.
Esta historia saltó a la gran pantalla en 1968, tan sólo cinco años después de la publicación de la novela original, y lo hizo de la mano del mencionado Franklin J. Schaffner, conocido anteriormente por haber realizado El señor de la guerra (The War Lord) donde ya conocimos su debilidad por Charlton Heston, protagonista indiscutible de El Planeta de los Simios. Esta película de ciencia ficción fue una gran adaptación cinematográfica y conmocionó a la opinión pública. En su época, esta fue una gran película de ciencia ficción, con el toque crítico que caracteriza la novela. Fue tal el éxito, que se convirtió inmediatamente en un clásico del cine, inmutable a los años, y que, después de un tiempo, se versionaría y se continuaría con secuelas y precuelas. ¿Quién no ha escuchado alguna vez sobre la historia de "El planeta de los Simios"? Pues bien, queremos ahondar en cada una de sus películas y sacar en claro lo que nos quieren contar en conjunto toda esta saga sacada de la chistera.
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El planeta de los Simios del 68 se llevó un Oscar honorífico (en esa época no existía esa categoría) al mejor maquillaje, pues todo su presupuesto fue gastado en ese aspecto. Y a decir verdad, después de haber pasado casi cincuenta años, la película aún mantiene la frescura y el realismo. Lo que antes se hacía manualmente, con disfraces y mucho maquillaje, hoy en día ha quedado relegado a la tecnología y sustituido por imágenes generadas por ordenador. El éxito fue tal y el final de aquel pobre hombre llegando a la Tierra, destruida, con la estatua de la libertad oculta por la arena que milenios de mareadas habían traído y llevado, fue tan chocante para el público, que pronto se planearon sus continuaciones.
La gente se preguntaba: ¿Pero qué pasó mientras ellos estaban en órbita, huyendo de aquel planeta atestado de Simios inteligentes, para que la Tierra desapareciera tal y como la conocemos? ¿Qué ocurrió mientras ellos viajaban en la Nave Espacial para que los Simios cogieran el control del mundo? Habían muchas incógnitas, y los grandes productores de Hollywood no querían dejar sin contestar esas preguntas. Por supuesto, leer el libro para descubrir todos esos motivos no podía ser una opción, así que decidieron hacer otra adaptación totalmente libre sobre unos sucesos que se cuentan muy por encima en la novela: la rebelión de los monos. Pronto conoceríamos a ese famoso "César" .
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Sin salirnos de la línea, debemos decir que la saga del Planeta de los Simios cuenta con la irrisoria cantidad de siete películas (entre secuelas, precuelas y remakes), una serie de televisión y una serie de dibujos animados. Sí, lo sé, nada de esto ha perdurado en la memoria colectiva y ni siquiera se tienen casi registros en la red sobre estas producciones, pero lo cierto es que El Planeta de los Simios dio mucho de qué hablar y también entró en muchos juegos. ¿Les resultaron algunos? Pues muy pocos, realmente: de entre todas las películas, las mejores que han salido paradas son la primera e, irónicamente, la última. La siguiente película en la línea se llama "Regreso al Planeta de los Simios" y sigue exactamente en el mismo punto que termina la primera: una nave intenta rescatar al protagonista y encuentran a la joven Nova, la indígena humana que no sabe hablar y que conocíamos en El Planeta de los Simios. Quitando los personajes que aparecen (Cornelius y Zira, los dos simios que ayudan a escapar al protagonista en la primera película), esta película ya no tiene absolutamente nada que ver con la novela original.
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Pero menos tienen que ver la tercera película, una secuela de la secuela llamada "Huida del planeta de los simios", donde Cornelius y Zira harán un viaje al pasado, a Norteamérica de los años 70, descubriendo que los papeles están invertidos y los humanos son los que llevan la batuta. Después de un desarrollo parecido al de la primera película, comenzamos a entrar en el intento de explicar por qué los monos se hicieron con el poder de la Tierra. Esta pareja de simios inteligentes, tienen un hijo y lo dejan en esta Tierra de los años 70. Este se convertirá en el famoso líder de la rebelión simiesca que cambiará para siempre el mundo en el que vivimos. César.
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La siguiente película, "Rebelión en el Planeta de los Simios", trata sobre un pasaje que la novela original deja entrever: cómo César organizó a sus compañeros simios para poder enfrentarse a la raza humana. En aquel tiempo, los humanos utilizaban a los simios como esclavos, como camareros, como criados, y los monos no estaban dispuestos a continuar soportando aquellas vejaciones. En la novela no se entra en detalles, sólo se sabe que los simios decidieron, poco a poco, organizarse contra el humano, pues el ser humano había llegado a un punto moral involucionado del que no iba a avanzar, sino sólo a retroceder. Aquí, después de cuatro películas, volvemos a tener una referencia a la novela original. ¡Después de cuatro películas! El invento argumental para continuar un éxito rotundo no tiene precio.
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Finalmente, en la saga de películas del 70, encontramos la última secuela llamada "Batalla por el Planeta de los Simios", el último coletazo de un intento fallido de continuar una gran historia y responder las cuestiones del público sobre la evolución de estos fantásticos simios. En esta última película, los simios y los humanos deberán luchar por la Tierra. ¿Quién ganará esta gran batalla? Lo cierto es que la respuesta es crucial para estropear el verdadero sentimiento que la novela quería impregnar a quien la leyera. Y es que, al final, con tanto movimiento comercial, el espíritu y la esencia del mensaje crítico y reflexivo que Pierre Boulle impuso en su relato, se termina perdiendo en un abismo de fracaso continuado.
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Para levantar la estela caída de una película que sembró mucha gloria (El planeta de los simios, no sus secuelas y presuecuelas posteriores), el famoso director Tim Burton puso carne en el asador y salió de su típica línea under con una readaptación de la saga de películas. Su "Planeta de los Simios" fue un fracaso según algunos críticos pero, según mi opinión, tuvo mucho más gloria que las anteriores secuelas. Una de los cambios más sustanciosos que promovió en esta readaptación, fue el nombre de César. En esta película del 2001, Tim Burton llamaría Semos, en vez de César, al creador de todo aquel universo. El desarrollo de la película también dista mucho de sus predecesoras, comenzando con un mono que es lanzado al espacio simplemente para comprobar la estabilidad de una nebulosa. Cuando el simio se pierde, el capitán Leo Davidson, interpretado por Mark Wahlberg, se lanza a la aventura para rescatarlo y es así como se pierde en una espiral del tiempo, aterrizando en un planeta extraño donde los humanos viven enjaulados y los simios lo dominan todo. Lo más destacable es que se hizo a un lado la tecnología por ordenador y se rescató la esencia de la película original, disfrazando a los actores y utilizando con maestría el maquillaje. Sinceramente, el resultado es mucho más satisfactorio que en las primeras y las actuaciones son muy brillantes (sobre todo la de Helena Bonham Carter, quien se pone en la piel de Ari, la equivalente a Zira).
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En esta cinta, se mezclaron importantes elementos de la novela y de la primera película: de la película se rescató la técnica, y de la novela un final mucho más impactante y claro, sin posibilidad a una segunda o tercera parte por ser cerrado en un círculo argumentativo del propio metraje. Pero no se respetó la trama de ninguna de las dos, cambiando los motivos de por qué se llega al planeta de los Simios, cambiando los nombres, los roles y hasta el mensaje final, perdiendo toda crítica social que tanto el libro como la primera película expresaban desde el principio. Podría decirse que Tim Burton quiso condensar la saga en una sola película y coger el universo pero no la historia, convirtiéndola en algo totalmente nuevo. Tal vez por eso se convirtió en un fiasco para los amantes de la saga.
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Y llegamos al 2011, con una película que a mí casi me hizo llorar y que rescata el mensaje profundo y filosófico que Pierre Boulle nos contó en su historia: El Origen del Planeta de los Simios, de Rupert Wyatt. Si habéis leído hasta aquí, ahora os preguntaréis que para qué contar el Origen de todo esto si eso ya se hizo en unas películas anteriores (las de los años 70, secuelas de la primera). Bien, como esas películas perdieron el norte y se inventaron motivos fantasioticos y tal vez no muy indicados para continuar con el circo, el director Rupert Wyatt decidió partir de cero con lo que tenía en El Planeta de los Simios. La historia nos cuenta que, en nuestra actualidad, se está inventando un fármaco para curar el Alzheimer, y es así cómo se consigue que un simio sea más listo de lo normal: César, el que lo empezaría todo. En la crítica que realizamos en su día, os contamos con detalle qué os encontraréis en esta cinta, y os podemos asegurar que es una oportunidad maravillosa para arrearse al carro nostálgico de El Planeta de los Simios. Recupera la esencia perdida de ese mensaje reflexivo sobre el Ser Humano y el reino animal y nuestras conductas amorales contra la naturaleza.
Ahora que conocéis todas estas películas, queremos hacer hincapié en las diferencias que marca el cine y el libro sobre lo que es realmente El Planeta de los Simios:
PhotobucketComo primer punto quiero destacar que, Pierre Boulle era francés, por lo tanto, toda su historia, sus personajes y el mundo en el cual aterriza el pobre fugitivo después de tal aventura, era tierra francesa. Los americanos, muy suyos como siempre, adaptaron todo esto a EEUU. Eso hace que pierda frescura porque siempre es EEUU el que sufre las catástrofes (¿no os habéis dado cuenta? Es como si EEUU fuera el mundo).
La segunda diferencia marcadísima entre una historia y otra (y que, además, tiene muchísima lógica en la novela), es que los simios del planeta Soror (el planeta donde habitan estos simios según la novela) no hablan nuestro idioma. No hablan ni inglés, ni francés, ni español. Tienen su propia lengua. ¿No es más normal que una sociedad totalmente nueva, que ni siquiera sabe de dónde ha venido, tenga como lenguaje una lengua propia? Esto en las películas no es así, ya que ellos hablan inglés.
PhotobucketY por último, y arriesgaros a leer bajo vuestra propia responsabilidad, nace del final: lo que yo entendí en la novela es que, en otro lado del universo, existía un lugar muy parecido a nuestra Tierra, en el sistema solar de Betelgeuse. Daba la casualidad de que allí había un sitio paralelo a nuestro mundo que, durante años, estuvo habitado por humanos igual que nosotros. Esa gente, llegó a un punto, en el que en vez de avanzar en la escala evolutiva, lo que hizo fue ir hacia atrás, hasta tal punto de perder el habla y la "humanidad". Esa humanidad la cogieron como relevo los simios, que se erigieron como nueva raza dominante en el mundo. Cuando el periodista protagonista escapa de Soror (que es así como lo bautizan ellos) en una nave espacial con su nueva esposa y su hijo (el eslabón perdido) viaja por fin con rumbo hacia la Tierra, pero cuando llegan, lo que encuentra allí es que, el horror que le pasó a Soror, donde los humanos perdieron el norte y los simios evolucionaron hasta convertirse en los amos, también le ha ocurrido a la Tierra. Por lo que la reflexión final de la novela es que, nosotros, como raza dominante, estamos destinados a extinguirnos por no ser lo suficientemente buenos para seguir evolucionando. Nuestro paso en el tiempo se va a detener, y quedaremos rezagados ante otros seres semejantes a nosotros, que sí sabrán avanzar hasta llegar hasta donde nosotros nunca pudimos alcanzar. Esto, lógicamente, se pierde en las películas, que siempre dan a entender que la tierra o quedó destruida por el paso del tiempo o, que ese mismo paso del tiempo, es la que la hace irreconocible a los protagonistas que pasean por ella sin darse cuenta de que siguen en el mismo lugar, sólo que los seres humanos han experimentado un retroceso, mientras los simios un gran avance.
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El eslabón perdido de nuestra naturaleza, del éxito de El planeta de los Simios, está justo en la reflexión final de la novela. Creo que la gente se vio reflejada en ese futuro nefasto para la raza humana, donde alguien era superior a nosotros. ¿Os habéis dado cuenta de que el ser humano siempre tiene que sentirse superior a las demás especies? ¿Y si vienen los alienígenas, ellos siempre tienen que ser hostiles y destructivos? Es como si sólo concibiéramos el avance del cerebro si va de la mano con la agresividad y la violencia. Como si cuánto más inteligentes fuéramos, más crueles nos volviéramos. Es por eso que nuestra raza, según Pierre Boulle, llegará a un momento de parálisis e involucionaremos, dejando paso a una raza superior que no convenga la violencia con la inteligencia.

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