El esparto en Alcalá del Júcar.
Aprovechando que en estos días se puede visitar una exposición sobre el esparto en La casa de la cultura José Saramago en Albacete, recordamos un poco de historia de lo que represento el esparto en nuestra localidad.
Esparto y Catillo de Alcalá del Júcar
Con toda seguridad, fue uno de los quehaceres más importantes que tenían los agricultores de tiempos pasados. El trabajo del esparto se transmitía de forma directa de padres a hijos, aunque actualmente se pierde de forma irremediable. Los niños empezaban a trabajarlo desde pequeños por obligación; comenzaban haciendo “cordel” y, a medida que crecían, aprendían técnicas más complejas. A excepción de los pastores, el trabajo del esparto iba ligado a la noche, por lo que, desde la pubertad, los hombres trabajaban en el campo, y por la noche ayudaban a elaborar piezas de esparto. Como ya hemos dicho anteriormente, la “pleita”, poco rentable, era solo una ayuda para el jornal de los agricultores que la trenzaban en sus largas horas de noche, para uso propio o encargos muy determinados. Las piezas elaboradas para autoabastecimiento eran muy variadas, destacando las espuertas, serones, baleos, esteras, etc….todo en pleita. Como nota curiosa hemos de decir que, pese a ser el esparto un elemento importante en la economía de los alcalaeños, su recogida estaba prohibida, ya que el ayuntamiento como dueño de las tierras públicas, vendía el producto a mayoristas. Pese a esta ilegalidad, ninguna casa podía pasar sin el esparto.
“Alcalá del Júcar” de José Luís Valiente Pelayo
http://www.casarurallabodeguilla.com