En términos generales, un logotipo es una imagen identificativa y única de una idea, marca, entidad o concepto. Podríamos ahondar en el concepto de los logos y su importancia a nivel comercial en el mundo de los deportes en particular, pero toda explicación se ve superada por simplemente explicar que, cuando cualquier aficionado a la NBA ve una imagen de toro rojo, un Leprechaun verde o un balón dorado con letras púrpura, los asocia inevitablemente con los Chicago Bulls, los Boston Celtics o Los Angeles Lakers.
Son ejemplos de logos que se han convertido en elementos distintivos inequívocos de equipos de la NBA y sobre los que se ha construido alrededor de ellos, un auténtico universo de marketing y merchandising de lo más variopinto.
Muestra de ello, es su evolución y adaptación a los nuevos tiempos, modificándose, adaptándose y modernizándose por los equipos creativos de poderosas empresas de marketing para seguir pareciendo atractivos a los fans de sus equipos.
Esa adaptación y modernización de la imagen de los logos, ha sido un hecho en la mayoría de los equipos de la NBA pero, obviamente, los cambios han sido más grandes y significativos en equipos con logos no tan arraigados en el imaginario colectivo, que los de equipos tan representativos y con tanta historia como los Knicks, 76ers, Bulls, Lakers o Celtics.
Volviendo a los logos en sí, una de sus características más importantes es que pretenden representar un concepto, que llevado de nuevo a los equipos de la NBA, ha generado logos que representan desde los típicos balones de baloncesto, a las mascotas de sus equipos, pasando por elementos identificativos de las propias ciudades que los acogen o incluso alguno más ideales que reales, todos ellos bañados en sus propios colores.
En este último grupo de las ideas, destaca el de los Portland Trail Blazers, probablemente el logo con más significado conceptual de la historia de la NBA.
La franquicia de Oregon se fundó en 1970 y logró su entrada en la NBA gracias a la figura del promotor Harry Glickman, que tras años de insistencia, consiguió una plaza para el equipo en la prestigiosa competición estadounidense.
Junto con otros socios, Harry Glickman consiguió la cantidad de dinero suficiente como para pagar el canón de entrada a la NBA y cumplió su sueño de tener un equipo en el Estado de Oregon.
El nombre del equipo favorito para el gran público de Portland fueron los Pioneers, pero se terminó descartando porque ya era el nombre del equipo de la Universidad Lewis & Clark de Portland.
Curiosamente, el nombre final de los Trail Blazers (buscadores de caminos), se eligió en honor a la Expedición Lewis and Clark, que fue la primera gran exploración en la que se cartografió desde San Luis hasta la costa del Pacífico, pasando entre otros lugares por Oregon, una misión encargada por el mismísimo Presidente Thomas Jefferson.
El logo del equipo fue obra de Frank Glickman, el primo del fundador y primer General Manager de los Blazers, Harry Glickman. Como en el caso de los Celtics con Zang y Red Auerbach, todo quedó en familia.
El logotipo parece un "molinillo" de viento y representa conceptualmente a dos equipos de baloncesto enfrentándose en un partido. Cada línea representa a cada uno de los 5 jugadores de cada equipo en movimiento. Este efecto se crea por las líneas curvadas que le dan sentido de velocidad.
La idea de los Glickman era representar la esencia del juego del baloncesto con los colores del equipo de Portland.
El diseño del icono original de los Portland Trail Blazers prácticamente no se ha modificado desde su origen y ha incorporado pequeñas variaciones que han mejorado la idea primigenia de Frank Glickman.
Ejemplo de esas variaciones es el ángulo de 45 grados de las líneas sobre el centro del logo, en referencia al Paralelo 45 norte que pasa por Oregon y, como el cambio de 2017, en el que las líneas que representan a los 5 jugadores terminaron uniéndose en la parte central, por una línea que representa la unidad de cada uno de los dos equipos.
Sea como sea, el logo de los Portland Trail Blazers es tan especial porque va más allá de lo propio del equipo y su imagen representa el juego del baloncesto, un bonito gesto hacia el deporte.