Que mejor seguridad podemos tener cuando sabemos que el Espíritu Santo intercede por nosotros! El miedo, la inseguridad, la tristeza, las preocupaciones y otros sentimientos negativos quedan anuladas por completo cuando ponemos nuestra fe en Dios. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Romanos 8:26. En Las Sagradas Escrituras en el libro de Romanos la palabra nos dice que el mismo Espíritu nos ayuda cuando somos débiles. Cuando nos sentimos sin fuerza para continuar podemos contar con ayuda que no es de la tierra . Ayuda espiritual que viene desde el cielo.Doblemos nuestras rodillas delante de Dios y pidamos con fe y confianza. Pongamos nuestra fuerza en las manos de Dios.