En los últimos años, el popular esquí alpino ha visto cómo disciplinas deportivas hasta hace poco minoritarias llenan las pistas y las montañas andorranas. Es el caso del esquí de travesía o rando -término proveniente del francés randonée y como se conoce popularmente en Andorra-, un deporte que combina el esquí y el alpinismo que permite disfrutar de la belleza natural de Andorra huyendo de las multitudes. Cautivados por la pureza de la nieve y las pendientes de las montañas, el esquí de travesía gana cada vez más adeptos.
Los interminables ascensos y descensos de las montañas y la abundante nieve que viste las pistas de Andorra hasta la primavera convierten el país en un espacio privilegiado para la práctica del esquí de travesía. El progresivo crecimiento experimentado se hace patente con el número de practicantes, desde jóvenes a veteranos, que hacen rutas dentro y fuera de pistas; la mejora del material, mucho más ligero y disponible en más tiendas, así como la tecnificación de los movimientos.
“El esquí de travesía se ha popularizado de forma significativa por diferentes factores. Por un lado, se trata de una actividad física que se desarrolla entre la nieve y la montaña, territorio donde Andorra es referente por contar con un escenario excepcional. Por otra parte, el rando es una actividad físicamente muy exigente, pero a la vez flexible. Cada persona puede regular la actividad a su propio nivel, haciéndola accesible a mucha gente”, afirma Jaume Esteve Fernández, Presidente de la Federación Andorrana de Montañismo. “Todos estos aspectos han convertido el esquí de travesía en una práctica muy atractiva en plena evolución y en un activo estratégico para Andorra”.
Además, las estaciones de esquí son conscientes del auge de este deporte y proponen rutas adaptadas a todo tipo de público. Con 6 circuitos distribuidos por los sectores Grau Roig, El Tarter y la zona de los Isards, Grandvalira ha triplicado el número de aficionados al esquí de travesía. Además, la alta demanda del deporte ha derivado en la organización de competiciones de esquí de travesía en la estación, siendo un ejemplo de ello la SKIMO6, celebrada el pasado domingo 5 de marzo. Por otra parte, Vallnord dispone de 10 itinerarios de nivel fácil, medio y experto. El vertical race, en Arinsal, es un circuito abierto al público con cerca de 1.000 metros de desnivel donde los amantes del rando pueden entrenarse en un circuito donde el mes de enero se disputaba parte de la Copa del Mundo de esquí de montaña Font Blanca.
Las disciplinas que cogen fuerza en Andorra
Más allá del rando, otras disciplinas deportivas han entrado en el terreno del juego donde el esquí alpino siempre había sido el rey. Si bien es innegable su peso en el mundo del deporte en Andorra, las estaciones de esquí amplían su oferta deportiva ofreciendo instalaciones para la práctica de nuevas modalidades. Un ejemplo es el freestyle, un deporte que se ha puesto de moda entre los que buscan vivir experiencias extremas de forma segura. Una disciplina a través de la cual los más atrevidos recrean movimientos espectaculares en el aire con saltos impresionantes. Por otro lado, Naturlandia apuesta por el esquí de fondo, una buena opción para aquellos que optan por hacer deporte de forma más tranquila pero no menos divertida, pues permite disfrutar de la naturaleza pasando por terrenos más planos. Sumando un total de 15km, Naturlandia es la única estación de esquí nórdico de Andorra y un centro ideal donde disfrutar del esquí de fondo con circuitos de diversos niveles.
(Fuente: Andorra Turismo)