Revista Opinión
Hoy, me he visto agradablemente sorprendido por un amabilísimo lector que se ha tomado la molestia de comentar mi trabajo "¿Por qué gana el PP en Murcia y Valencia?". Dice así: “Natvencas en septiembre 28, 2011 en 9:31 pm dijo: Editar Amigo Palazon, A ver si eres capaz de reflexionar un poco sobre tu articulo: - el 15M no llegó a más ni llegará porque son cuatro mataos que no representan a nadie. Mucha publicidad al principio por la novedad pero ni los obreros de las fabricas se sienten identificados con esos antisistema, ni las amas de casa, ni los dependientes, ni las secretarias, ni el albañil, más allá del hartazgo contra los políticos. - para ti sólo existen los neocons ultraderechistas que votan a la derecha o los progresistas de izquierda. No creo yo que los once millones de votantes del pp sean inversores despiadados, sino mas bien el tendero de la esquina o el peluquero harto de que le frían a impuestos. Si a los votantes del PP, la extrema derecha según tu, les sumamos los del PSOE, la misma derecha pero menos, PNV que es la derecha más confesional de España y CiU que es la derecha más capitalista, ¿qué nos queda?: 1 diputado por IU. Entonces: ¿son tus recetas las que quieren los españoles mayoritariamente? - Dices que el estado de bienestar apenas existe ¿Lo dices en serio? ¿podrías mencionarme algún momento de los últimos 500 años de la historia de España en que hallamos tenido el nivel de bienestar social que tenemos hoy? ¿Puedes decirme en que momento de nuestra historia hemos tenido decenas de miles de escuelas públicas, miles de ambulatorios gratuitos, cientos de hospitales gratuitos en todas las regiones, pensiones aunque no se haya cotizado, subsidio de paro durante años y todo tipo de subvenciones? - Un cajero de un supermercado gana mil euros trabajando rodó el puro día, y poco más un oficinista en Correos ¿y a ti te parece poco una pensión de 700 euros por invalidez? Para empezar la invalidez mínima por accidente de trabajo o no poder trabajar son 785 euros, que yo también tengo un hermano invalido y se de que hablo. Mi hermano cotizó 10 años como mozo de almacén, luego le dieron la invalidez y ahora cobra 785 de pensión sin trabajar. ¿te parece poca ayuda? Bueno, ese es el salario de un trabajador en el norte de Africa por trabajar de sol a sol… durante tres meses. - Dices además que le acaban de retirar otra serie de ayudas con lo que además de los 785 euros de pensión recibía ¿cuánto? al final a tu hermano le estaba quedando una pensión de invalidez de mil euros, sino más. Súmale medicinas gratis, hospitales gratis, transporte gratis, y si tienes tan poca instrucción será de un pueblo que lo que tendrá su casa del pueblo gratis, sus excursiones gratis, actividades gratis, los viajes de inserso y un largo etcétera. Ojo, que no digo yo que no se lo haya ganado y que no se lo merezca, pero decir que el estado del bienestar esta desapareciendo es una jilipollez. ¿no crees? - dices que el PP va a quitar el estado de bienestar pero ¿no ha recibido ru hermano su pensión durante los ocho años en que gobernó? Te lo digo porque en 1996 también decíais que se la iban a quitar. Sin embargo ¿Quien ha bajado realmente las pensiones en 2010 por primera vez desde la transición? Pues ha sido un gobierno de izquierdas, capitaneado por uno que se declaraba el más rojo, junto con su vicepresidente Rubalcaba. Esta es la realidad, lo que tu haces son juicios de intenciones que presuponen además justo lo contrario de lo que ha ocurrido. - luego comentas eso de que la gente se dejara embaucar. Supongo que se te habrá escapado porque es una memez. ¿De verdad alguien con dos dedos de frente puede creer el discurso de que cuando el pueblo vota a la izquierda el pueblo es listo y cuando vota a la derecha es porque se deja engañar? Un poquito más de nivel intelectual por favor. - dime un solo pais en el mundo donde gobierne la izquierda de verdad, la izquierda feten - por ultimo el fondo del artículo: pensar que el PP barre literalmente en Murcia y Valencia con los porcentajes de votos más altos de cualquier gobernante de cualquier comunidad por el agua es simplemente querer mentirse a uno mismo, una vez más como a lo largo de todo el artículo, y esconder la realidad. Y la realidad es que en Valencia y Murcia, a diferencia de Andalucía y Extremadura, no existe el voto cautivo. El PP no compra el voto de tu hermano ni el del resto de la gente del pueblo como hace la izquierda en Andalucía. La izquierda solo es capaz de gobernar allí donde compra los votos con PER, ERES falsos para colocar a miles de simpatizantes, decenas de miles de funcionarios a dedo y subvenciones indiscriminadas”. No estoy atravesando, ni mucho menos, mis mejores momentos, los problemas familiares, de salud y demás, se me agolpan y los pocos amigos oficiales que por aquí tenía parece que se han ido. Bien. A los 82 años y 2 meses o has aprendido a convivir con el infortunio o estás muerto. Creo que es precisamente esta funesta costumbre mía de pensar y escribir lo que realmente me mantiene vivo. De modo que esta visita tuya a mi blog de Wordpress me proporciona un enorme alivio porque me permite evadirme un tanto de mi vida personal. En primer lugar, celebro mucho el tono de tu escrito que, a 1ª vista, parece irrefutable. Pero yo llevo ya mucho tiempo denunciando por todos sitios la ambigüedad del lenguaje. Con las palabras, uno puede defenderlo todo, incluso la pena de muerte, pero, con la realidad objetiva, si me permites este pleonasmo, pocos juegos. No sé si sabes que soy comunista por convicción. Para un comunista convencido, el mundo es totalmente contrario a como tú lo piensas. Para mí, el Estado de bienestar sólo es un estrategia de la ultraderecha, o sea que, en el supuesto de tú tuvieras razón en todo eso que escribes, esas tristes migajas de las que tanto alardeas no serían sino el precio absolutamente irrisorio que la plutocracia que hoy gobierna el mundo nos echa a la cara para que nos callemos, es preciso que todo cambie para que todo siga igual, y tú, ahora, estás haciéndole a esta gente parte de su sucio trabajo. Que a mi hermano y a mí, una sociedad conformada con arreglo a los principios más asquerosamente capitalistas, nos pague una pensión de hambre, que tú tratas de agrandar comparándola con los sueldos de trabajadores en activo, no es sino la sucia manera que esta sociedad utiliza para cumplir con la fascista máxima de Lampedusa, me recuerda cuando aquella Telefónica a la que yo dediqué los mejores años de mi vida nos daba en marzo una paga extraordinaria que dimos en llamar el tapabocas. Pero para mí, y creo que para cualquier otra persona decente, que no sea Rajoy, que, en sus famosos artículos de El Faro de Vigo, sostuvo la tesis de que la desigualdad es consustancial con la propia naturaleza de las cosas y el fundamento de todo el progreso humano, todos, absolutamente todos los hombres somo iguales y por lo tanto tenemos los mismos derechos de manera que lo que tú y Rajoy pensáis que me dais, aplicando ese ridiculo estado de bienestar actual que nos somete a mí y a mi hermano a un auténtico estado de hambre, es el más ignominioso intento de hacer que nuestras bocas permanezcan calladas ante el inhumano despojo esencial que cometéis contra todos nosotros, los que estamos fuera de ese círculo maldito que entre todos habéis construido, que ése sí que es un estado de bienestar absolutamente perfecto y que consiste en vivir como dioses a expensas de lo que se roba a los todos los desheredados del mundo. De modo, amigo Natvencas, que lamento mucho no estar de acuerdo contigo, pero aún lamento mucho más ese intento que has hecho de convencerme de que el mundo no sólo está muy bien hecho, sino de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. En cuanto a lo que va a hacer la ultraderecha que hoy gobierna el mundo cuando complete su acceso a la totalidad del poder en nuestra sociedad, no tengo siquiera que imaginármelo porque es lo que ya está haciendo en todas aquella regiones en las que ya ha conseguido el poder, ¿o es que tengo que recordarte lo que están haciendo Aguirre y Mas? Lo que ocurre es que, desde Lampedusa y discípulos, sus tropelías no las comete ya a sangre y fuego como antes, sino echando mano de la mayor de las hipocresías, teniendo muy en cuenta su máxima esencial: es preciso que todo cambie, aparentemente, para que todo siga igual.