Digo lo de marxistas, porque el lenguaje es aburridísimo, ya saben expresiones como "la salida neoliberal de la crisis de 1973", o afirmaciones del tipo "las políticas de reconversión industrial que aislaban geográficamente con mucha precisión a las víctimas", y todo este tipo de cosas
El análisis sobre el movimiento punk y contracultural es bueno, por más que sea muy árido de leer ante la pesadez de los autores, que son incapaces de escribir la palabra España en el libro. Por ello, nos bombardean de manera sistemática con el estado: entre las página 62 y 63, citan seis veces la palabra Estado y uno no sabe ya de qué están y hablando.Junto a ello bastantes falsedades, a las que ya nos tiene acostumbrados la izquierda nacionalista: "basta recordar que Euskadi es el único territorio del Estado que rechazó la Constitución en el referéndum de 1978 y que antes también había rechazado, sumando abstenciones y votos en blanco, la ley de reforma política en 1976" lo cual es falso, como todos sabemos. ¿Quién dice que los que votan en blanco o no votan "rechazan" algo? ¿Rechazaron entonces los catalanes su Estatuto de Autonomía en 2006?
Pero este es el nivel...