Revista Opinión

El Estado Islámico como estrategia perfecta contra China

Publicado el 30 enero 2017 por Polikracia @polikracia

Estado Islámico

Hace un par de años hice un trabajo sobre el Daesh, hablando sobre quiénes eran, como grupo, como etnia, en términos valóricos y culturares. También hablaba sobre lo que buscaban, a dónde se dirigía este proyecto y a qué se asemejaba en términos históricos (califato turco).

Este grupo que con el tiempo fue creciendo hacía el 2013-2014 en Siria y en el norte de Iraq una bélica y sangrienta presentación. Lo apodaron el terrorismo en HD. La situación de Siria ya parecía grave en ese entonces, pero no se tenía ni idea de lo que venía.

La guerra civil siria se transformó en un combate a cuatro principales bandos: los fieles al gobierno de Bashar al-Assad, los opositores y detractores, los kurdos y, por último, el Estado Islámico. Cada lado velaba por sus propios intereses. Los primeros era mantener el gobierno sirio intacto; el segundo, destruirlo; los kurdos buscan la construcción del hipotético Kurdistán y el Estado Islámico encontrar la creación de un nuevo califato, juntando el poder político y religioso en una misma figura; un poco diferente a sus hermanos salafistas-saudíes.

El papel de EEUU

Si bien para EEUU las cosas no se le han hecho fáciles desde que el mundo es más polarizado, o sea, con más potencias emergentes tales como la influencia de Alemania en Europa, China en Asia, Irán y Turquía (además de Arabia Saudita e Israel) en Medio Oriente; y por sobre todo, la creación de los BRICS con Rusia, Brasil y China como grandes ejes poderosos. EEUU se le volcó el poder duro que tenía sobre todos, aquel que todos sentimos en los huesos cuando, después de los atentados a las Torres Gemelas, cuando invadieron Iraq en pos de una vendetta y un derrocamiento de Saddam Hussein.

Ahora bien, la invasión a Iraq fue la que poco a poco fomentó la creación de un grupo radical como el Daesh (ISIS, EI). El tiempo reforzó a un grupo que se separaría de Al-Qaeda y andaría de forma autónoma. Se empoderó y hoy en día tiene mayor impacto que Al-Qaeda, con actos de terror como lo que pasó en Francia hace unos años, aquel teatro donde murieron decenas de inocentes.

EEUU tiene una historia de conmemorar a los caídos y hacer un funeral de Estado el día del 11 de septiembre. No obstante, y por las declaraciones de John Kerry, parece que USA aún busca derrocar a China a como dé lugar. Es por esto que utilizó a ISIS como una buena herramienta para acomplejar el mapa en Siria, un país que estratégicamente hablando tiene ciertas cualidades únicas, ya que sirve como puente entre Medio Oriente y Turquía (y Rusia), pero es la entrada también al Mediterráneo y a Eurasia; pero también es fronterizo con Irán y más lejanamente está China. EEUU sabe que si ganaba el Estado Islámico: a) El próximo objetivo a destruir eran los herejes chiitas de Irán; b) quedarían con el control absoluto de Medio Oriente sin adversarios políticos; c) al quitar aliados de Medio Oriente aislaban a Rusia y China; d) los BRICS no iban a irían a ningún lado si China y Rusia quedaban desconectados de Brasil (aunque bueno, Brasil ya no cuenta con Temer).

Siguiendo con lo anterior, EEUU no pudo lograr la esperanzada victoria de la organización wahabita con la intromisión de Rusia en el conflicto sirio. Que Rusia participara en la venta de armas y equipo de aviación al ejército sirio hizo que se diera vuelta toda la guerra; Siria se recomponía políticamente y geográficamente, aunque no en infraestructura, la cual quedaba destrozada por los constantes bombardeos, sin contar los fallecidos como daños colaterales.

El último contratiempo que ha tenido EEUU para lograr detener a China era que con el teórico nuevo gobierno de Hillary Clinton lograsen llegar a un conflicto con Rusia y así desatar una hecatombe en Medio Oriente, pero de alguna manera, repercutiendo en las inversiones de China. Aunque no salió Clinton, sino que Trump, que si bien es una persona que en campaña y acción ha atentado contra las relaciones con China, no es alguien que políticamente maneje bien este alejamiento del gigante asiático hacia EEUU.

Parece que lo único que queda es esperar

Dejar que el reloj siga adelante para saber qué va a pasar respecto al mundo internacional; los efectos de la globalización no deberían tardar en notificar mediante las redes sociales algún escándalo entre China y EEUU. Lo que sí está claro que es que la relación Rusia-China puede ser afectada por el nuevo gobierno republicano, algo que a corto plazo le beneficiaba mucho más a los rusos que a los chinos.

Queda pendiente el tema del mar chino y las constantes provocaciones que el gobierno de Barak Obama hizo hacia la marina china. Lo más sensato para el nuevo gobierno de Trump sería atacar a China económicamente; pero como bien dejó claro el gobierno de Xi Jinping en el último Black Monday, es que ellos pueden sobrevivir con capital propio hasta diez años sin notar mucho las repercusiones de una posible nueva crisis económica.


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