Revista Política
Con el final de la Guerra de los treinta años no solo terminaba un conflicto armado, nacía el Estado como lo conocemos, y una forma de entender las Relaciones Internacionales. Se concluía la formación del Estado que había comenzado con el renacimiento y el final de la Edad Media.
Ahora se nos plantea un debate completamente nuevo, pero con unos esquemas idénticos a los del XVII, ¿Está el modelo de Estado Westfaliano superado? ¿Caminamos inexorables a otras formas de organización social? ¿Por qué hablamos muchas veces de internacional cuando queremos decir transnacional? ¿Pintan algo constructivo los nacionalismos en esto?
Son demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. Rafael Domingo en El Mundo del lunes 21 de Diciembre plasma la necesidad de formar en humanidades y saberes antiguos para llegar, como lo hicieron los padres fundadores de Estados Unidos, a unas respuestas claras que nos ayuden a evolucionar. Y en esta tarea no valen lavadoras, ni programas informáticos, ni científicos que inventen cachivaches más modernos, solo vale la razón humana y la formación humanística.
Esta no es una entrada al uso. Es una entrada que más que respuestas va a plantear unos interrogantes. El primero es ¿Qué es un estado westfaliano? ¿Son Estados Unidos y China (por ejemplo) estados clásicos Westafalianos? y si la respuesta a ésta última pregunta es "no" ¿Por qué debemos hablar de una crisis del estado Westfaliano si éste solo se circunscribe a unos pocos? es más, si son pocos ¿Qué más da la crisis del Estado Westfaliano? y ¿Por qué sigue los nacionalismos periféricos, excluyentes y más volkish existiendo?
En una agradable cena que hemos tenido unos amigos y yo este pasado viernes solo conseguimos enunciar algunas de estas preguntas con más bien pocas respuestas. Como ius internacionalista un servidor planteaba el hecho de que por muy westfaliano que fuera un estado y por muy poco que fuera otro la noción de estado como sujeto principal y completo del ordenamiento jurídico internacional existe y no está para nada en crisis. Es más en épocas de crisis los Estados se suelen encerrar en sus fronteras, buena muestra de ello fue la incapacidad de la UE para coordinar soluciones a la crisis económica más allá de la modificación de los tipos de interés del BCE. Otro interlocutor planteaba que Estados Unidos había trascendido la estructura del Estado Westfaliano con un modelo constitucional "del paraguas" en el que por debajo de un punto los estados federados tienen una completa independencia. Pero parece que Mr Lincoln acabó con mucha de esa independencia borrando el derecho de secesión con la pluma de los cañones. No obstante, si nos fijamos en la forma de obrar del gigante americano, siempre que su soberanía ha estado en tela de juicio el Senado se ha cerrado en sus fronteras, véase el caso de la SdN o de la no ratificación del protocolo de Kyoto.
Y más aún, parece que a los tradicionales estados Westfalianos, los Europeos, les cuesta menos desprenderse de partes de su soberanía, tal vez porque se trata de cesiones meramente económicas que convienen a todos y el núcleo queda sin tocar, tal vez porque el panorama de la II Guerra Mundial ha mostrado al continente los peligros del nacionalismo que se encierra en sus fronteras, o tal porque el tradicional estado Westfaliano al pre existir a las constituciones modernas no considera que su identidad nacional dependa de quien administre la pesca o quien emita la moneda.
No lo sé. Son dudas de un debate abierto que por el momento es el filón poco explorado de humanistas y juristas que solo trabajando codo con codo podrán responder.