Revista Opinión

El Estado Natural

Publicado el 07 octubre 2015 por Polikracia @polikracia

Thomas Hobbes fue un filósofo inglés nacido en Westport en 1588 cuya obra Leviatán influyó de manera importante en el desarrollo de la filosofía política occidental. Antes de comenzar debemos recordar que durante la época de Hobbes, había dos grandes grupos políticos, los monárquicos (absolutistas) y los parlamentarios, Hobbes fue un fiel defensor del absolutismo político e incluso es considerado hoy en día por muchos expertos como el teórico por excelencia de esta tendencia política.
Ha sido caracterizado a lo largo de la historia del pensamiento como una persona oscura y pesimista, de hecho, en 1666, se llegaron incluso a quemar la mayoría de sus obras. A pesar de haber estudiado en la Universidad de Oxford y de ser hijo de un vicario tuvo fuertes tensiones con la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford durante su vida.

La obra de Hobbes, no obstante, es considerada como una de las piezas fundamentales en la ruptura con la línea de la Edad Media y en el inicio de la Modernidad por eso creo que es importante saber algo más de sus teorías en especial lo que llama estado natural que es la situación en la que se encuentra el ser humano antes de la organización de la vida social.

Según Hobbes los seres humanos son básicamente iguales por naturaleza en facultades mentales y corporales, produciéndose, también de forma natural, la compensación entre las deficiencias y las cualidades con las que la naturaleza ha dotado a cada uno. Cada ser humano busca en primer lugar su propia supervivencia, lo que conlleva a una competición constante entre los seres humanos y que genera también una gran desconfianza entre ellos. Como en este estado tampoco existen distinciones morales, dicha competición dará lugar a una guerra permanente todos contra todos, en el que cada cual se guiará exclusivamente por la obtención de su propio beneficio. No hay límites que nos separen de la obtención de nuestros deseos, exceptuando la oposición que podamos encontrar en los demás. Hobbes considera que todas las acciones humanas se desarrollan al margen de toda consideración moral, y por lo tanto solo nos podemos guiar por la fuerza de nuestras pasiones. Además de ello Hobbes cree que al no haber distinciones morales no se puede juzgar dichas pasiones como buenas o malas.

Como ya he mencionado anteriormente y debido a que nuestras acciones dependen solo de la fuerza de nuestras pasiones el estado natural del ser humano es una guerra permanente entre todos. Según Hobbes ”el hombre es un lobo para el hombre”, y considera que las pasiones son un elemento negativo de la conducta humana y por ello el ser humano es malo por naturaleza.
Asimismo defiende que el ser humano es víctima de su propia naturaleza y que los deseos, y otras pasiones del hombre, no son en sí mismos pecado, como tampoco lo son las acciones que proceden de estas pasiones, hasta que nos cruzamos con una ley que las prohíbe….lo que lógicamente no se puede saber hasta que haya leyes.

En el estado natural, al no existir leyes, la seguridad del individuo depende de su propio ingenio y de su fuerza. Hobbes defiende asimismo que al ser nuestras acciones fruto de nuestra pasión, no nos podemos fiar de las otras personas y como solución a este problema propone que los individuos de una sociedad entreguen su libertad/independencia a un monarca absoluto, que deberá encargarse de la seguridad de cada uno de ellos. Para llegar a este estado de paz social, el monarca y sus mandatarios podrán emplear todos los medios requeridos.

A pesar de haber formulado su teoría hace tres siglos, creo que ciertas ideas se pueden ver incluso hoy reflejadas en algunos gobiernos democráticos especialmente cuando alcanzan mayorías absolutas.
Por ejemplo, en cierto modo con la democracia, el ser humano ha aceptado que para garantizar una paz social necesita un ser (persona real no Dios) o una organización superior que ponga límites. A través de los sistemas de votaciones regulares y de marcos jurídicos, como la constitución hemos logrado crear un sistema electoral para elegir a los cargos públicos en un principio justo y que en cierta medida es incluso revisable si creemos que el partido político y/o el presidente del gobierno no cumple con su trabajo, que al fin y al cabo, es buscar la paz social, podemos con medidas, como la moción de censura, provocar un cambio de poder incluso antes del tiempo establecido.

En mi opinión el modelo de Hobbes, aunque muy interesante, no tiene hoy en día validez objetiva ni coincide con ningún hecho histórico, pero fue una de las primeras hipótesis que permitió justificar y fundamentar teóricamente la existencia de un poder absoluto,  sin necesidad de recurrir al origen divino del poder.


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