Una estafa siempre tiene un componente de pobreza mental. En este sentido, la estafa en sí siempre lleva implícita un sistema de medida mental. Habitualmente el estafador cuenta con más recursos que el estafado, y siempre el primero es mentalmente más rico que el segundo, con lo que acaba liándola parda. Aunque los estafadores también pueden autoestafarse, con lo que, partiendo de una superioridad mental y estratégica para estafar, acaban siendo víctimas mentales de ellos mismos. El vivo ejemplo lo tenemos en todos los agentes reales y económicos (virtuales) que permitieron que España generara una gran burbuja inmobiliaria basada en una gran estafa. Desde los constructores a los políticos, pasando por economistas ciegos, inmobiliarias especuladoras, banqueros sin escrúpulos, etc, etc, etc… Así estamos ahora… En fin, ante este panorama, al resto sólo nos queda ser aprendices de estafadores. Os recordamos que mañana jueves 11, a las 7 de la tarde en la FNAC Triangle de Barcelona (Plaça de Catalunya, 4) presentamos el estafador cuatro aprendices de estafadores: Juanjo Sáez, Pepo Pérez, Susipop y Javirroyo… ¡Os esperamos!
El Estafador AQUÍ.
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