[El estante de...] Lecturas de abril

Con unos días de retraso, hoy decido saltarme la cita semanal de reseña para comentaros mis últimas lecturas del mes anterior, porque creo que son dignas de recomendar.

Este mes ha sido apoteósico en cuanto a lectura, solo tenéis que ver las imágenes para comprobar que me he empachado de lecturas, ¡y casi todas han sido increíbles! Ocho libros más una mini historia han ocupado mi mes de abril, y os hago un breve resumen de mis impresiones.
Vuelvo a toparme con la difícil decisión de decidir cuáles han sido mis mejores lecturas del mes, porque he disfrutado de casi todas, pero diría, tras mucho pensar, que el puesto se lo llevan El Reino, de Amanda Stevens, y Hasta que llegaste, de Kristan Higgins.Ambas autoras me encantan y leí con verdadera fruición sus novelas, la primera por ser un thriller paranormal, ofrecerme otro caso peliagudo del más allá, y la segunda, porque las comedias románticas que se inspiran en el primer amor de instituto me vuelven loca. 

Acercaos a mis reseñas de La Restauradora y El Reino 

Después vendrían casi todas las demás, porque han sido lecturas geniales y peligrosamente adictivas. Empezaría con dos juveniles, Hopeless. Tocando el cielo, de Colleen Hoover, que si bien me avisaron que era demasiado dramática, la leí en un suspiro y me enamoró por completo. Seguimos con otro de romance juvenil como es Química perfecta, de Simone Elkeles, que realmente me encantó  disfruté como una enana, aunque estuviera lleno de tópicos y pareciera el guión de una película teen americana descartada. Si aún no habéis leído nada de Elkeles, ¡hacedlo! Sus personajes tienen un no sé qué que te enamoran para siempre.

Acercaos a mi reseña de Química perfecta

Otro libro hermoso en cuanto a páginas ha sido Los Adivinos, de Libba Bray, que aunque empecé en marzo, acabé terminándolo a inicios de mes de lo grueso que me estaba suponiendo. Os dije en mi reseña que quedé extasiada por la historia, pero que Bray puede ser una hartura de mujer al esmerarse tanto en las descripciones y los detalles. Hay más, porque también he leído Diez, de Gretchen McNeil, un retelling juvenil con dosis prescindible de romance que fue muy interesante de leer, por pensar quién sería el memo que moriría primero y quién sería el asesino.  Por último, dentro del abanico juvenil, aproveché mi recién adquirida tablet para leer la historia El Príncipe, de Kiera Cass, y conocer así a Maxon. Cambiando de registro, también cayó en mis hambrientas manos Vuelven, de Jason Mott, novela en la que se inspira la serie Resurrection, una historia más que profunda que nos hace recordar a los que se han ido y pensar que podría llegar el día en que volvieran para poder despedirnos correctamente. Muy íntima y personal, creo que acompañas al autor en su propio dolor personal, y revives el tuyo propio. No apto para insensibles. 

Acercaos a mis reseñas de Los Adivinos, Diez y Vuelven

Esto ya acaba, porque mi última lectura del mes ha sido Te vas sin decir adiós, de Sarah Dessen, que auque me gustó porque es una historia típica de transición para adolescentes, me faltó el alma que he encontrado en novelas anteriores de la autora. Os contaré más en la reseña, que publicaré esta misma semana. 
¿Habéis leído alguno? ¿Qué os ha parecido?