[El estante de...] Lecturas de agosto

¿Cómo han ido estos meses de vacaciones? ¿Habéis disfrutado del sol y el mar, pero también de un libro en el regazo, listo para ser devorado? Yo he dado rienda suelta a mi hambruna literaria y os traigo un Estante bien repleto.

Pues como veis, he aprovechado mucho mi mes de vacaciones, que mayormente me lo he pasado leyendo o viendo series a mansalva. Estoy más que contenta con el resultado, pues he finiquitado algún que otro libro a medias y he podido devorar con calma otras novelas que merecían toda mi atención. Así, 7 libros, dos cómics manga y un libro ilustrado han hecho mis delicias del mes de agosto.
En agosto me uní a la Lectura Conjunta de Wayward Pines. El paraíso, de Blake Crouch, y os confieso que la empecé con mal pie: acababa de ver su adaptación a la pequeña pantalla y me enfrentaba a una lectura sin secretos ni sorpresas, por lo que su primera parte se me hizo tediosa. No obstante, tras encontrarle diferencias, acabé por disfrutarla y poniéndole la máxima nota, como debía ser. Después, me reencontré con Jonathan Stroud en Agencia Lockwood: El espejo perdido, que quedó pendiente en julio. Poco puedo decir además de ser otra obra genial de un autor que adoro y que me encanta su visión de lo paranormal como negocio. Stroud, siempre te superas. 
En estas intermedias, terminé The Hunt, de Andrew Fukuda, que tenía a medias desde el año pasado, y tras cogerle el ritmo por la afición del autor de poner varios adjetivos en una sola frase -lo que me hacía depender siempre de un diccionario-, disfruté de un trepidante inicio de trilogía sobre un mundo dominado por vampiros. Corazón comanche, de Catherine Anderson, era también un libro que empecé hace bastante tiempo pero que dejé por falta de dedicación: Anderson es una autora que se esmera en cada palabra y, para enfrentarse a esta saga en concreto de western romántico, se necesita atención y alma. Aprovechando el ritmo de recuperar lecturas a medias, también me deshice de Prometidos, la tercera parte de Caragh M.O'Brien, y para éste no tengo palabras bonitas, pues si estaba a medio terminar fue porque no aguantaba más de una trama tan aburrida. Ha sido un tanto insufrible y me reitero en que su segundo volumen es lo que único que salvaría de esta trilogía. 
El mundo del mañana, de Susan Ee, por el contrario, me ha devuelto la fe en esta otra trilogía apocalíptica, pues Ángeles caídos, su primera parte, no fue santo de mi devoción, pero esta continuación ha estado llena de acción y peligros. Lo mismo me ha pasado con Parque Jurásico, de Michael Crichton, un clásico que me estaba pidiendo a gritos que lo leyera. Todos conocemos su mítica adaptación en los 90 y su cuarta parte, estrenado este año, pero me faltaba poner los cimientos a una historia que ha marcado una generación... y vaya, me ha dejado sin palabras. Obra maestra. 
Finalmente, sazoné este mes con Yo soy Pusheen, de Claire Belton, un precioso libro ilustrado que nos muestra el mundo de la gatita Pusheen y que, aunque a sabe a poco, se disfruta como nunca. Por último, mis dos lecturas manga han estado reñidas, ambas más que interesantes y repletas de gore: el 11 de Terra Formars, con mis cucarachas mutantes de Marte, y el 2 de Magical Girl of the End, porque los zombis ya están sobrevalorados y es mejor que cojamos magical girls. 
Y me despido con mis destacados del mes: 

Debéis leer Wayward Pines. El Paraíso, de Blake Crouch, un pequeño pueblo lynchiano en medio de la nada, bello por fuera pero con un oscuro mundo oculto. Parque Jurásico, de Michael Crichton, directamente no necesita presentación. Si os va más lo paranormal, podéis apostar por Jonathan Stroud y su saga Agencia Lockwood. Esta segunda parte es espeluznante y adictiva.Y por último, mi recomendación de siempre: ¡Terra Formars! 

¿Habéis leído alguno? ¿Qué os ha parecido?