Muchas enfermedades muestran pocas señales visibles, pero la psoriasis no respeta tanto nuestra privacidad. Debido a que esta enfermedad ataca la piel y crea lesiones muy visibles, las personas que la padecen deben soportar muchas veces comentarios groseros, rechazo, y discriminación por parte de quienes no entienden la condición. Pero con estrategias adecuadas y apoyo, se puede educar a la gente sobre la psoriasis.
Muchas veces, por cuestiones de falta de conocimiento sobre el tema, las personas pueden relacionar el aspecto de la piel en la psoriasis con otras enfermedades que son aún más polémicas y estigmatizantes.

El principal factor que una persona con psoriasis puede controlar es su propia reacción ante estas situaciones. No se puede tener control sobre la conducta de otras personas, pero sí la forma en que cada uno reacciona ante ellas. Es importante no tomar los comentarios agresivos de manera personal, la conducta insensible refleja el estado de ánimo y el temperamento de quien la tiene, y no refleja nada de la persona a la que se ofende. Pero además, muchas personas que ofenden tampoco lo hacen intencionalmente, y luego toman conciencia de lo que han dicho para sentirse terriblemente afligidos por ello.
Muchos pacientes también reportan que cuanto más tiempo hace que se padece la enfermedad, más fácil se hace soportar el estigma que provoca. Se aprende a no dejar que los comentarios malintencionados afecten demasiado. Y aquellos que simplemente surgen de la ignorancia, son tomados como tales, entendiendo que no todos tienen por qué saber exactamente qué ocurre.
